viernes, 24 de agosto de 2012

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A 44 días

A menos de dos meses para las elecciones del 7-10 ¿Cómo se perfilan sus resultados? Seguramente en los próximos días se intensificará la  “guerra de las encuestas” que suele utilizarse con fines propagandísticos. Sin embargo, aún no es tiempo para confiar en los números definitivos, toda vez que no existe una opción claramente ganadora. Lo que persiste como una constante es la tendencia ascendente de la candidatura de Henrique Capriles Radonski y el estancamiento, y en algunos casos un el leve descenso de la opción reeleccionista de Chávez. Ello ya de por sí abre una alentadora perspectiva de victoria para las fuerzas democráticas.

Todo indica, de acuerdo a hechos recientes que esa tendencia deberá reforzarse en los próximos días. Capriles coloca su acento en los recorridos y contacto casa a casa a lo largo y ancho del país, lo cual ha generado una onda de simpatía a su favor, ya no sólo en la clase media sino en sectores que hasta ahora se consideraban capital político del chavismo. Si bien es cierto que en los últimos días su oferta hace una excesiva concesión a la mercadotecnia: “acabaré con la delincuencia en un año; crearemos 400 mil empleos” etc, el esfuerzo físico que realiza y el impacto que su presencia tiene en los segmentos juvenil y femenino deberían potenciar su candidatura en lo que resta de campaña.

Chávez, en cambio, actúa condicionado por su cuadro de salud que lo confina a caravanas, actos sectoriales y al uso abusivo de las cadenas televisivas. Si bien es cierto que él no requiere de un mayor “reconocimiento” y que su personalidad y su proyecto han sido repetidamente juzgados por los electores, ello no deja de colocarlo en situación de desventaja. Además se mueve en un contexto que le es cada vez menos favorable. Si bien los informes del BCV hablan de una caída de la inflación y apuntan al crecimiento al cierre del 2012, existe una dramática complicación de los principales problemas sociales.

El desbordamiento de la delincuencia alcanza niveles más que alarmantes. Nunca como ahora la letra de la ranchera “La vida no vale nada” cobra una trágica vigencia en todos los rincones del país. El deterioro de la vialidad (la caída del puente de Cúpira y el riesgo de que ello ocurra en otras autopistas y carreteras) es un dato concreto de la negligencia y la ineficiencia en esta materia. Las muertes que se multiplican cada día en las cárceles (verdaderos reinados de los “pranes”) deja en claro la impotencia del régimen para enfrentar esta calamidad. También situaciones como la planteada por los trabajadores de Guayana de reclamo directo al mandatario por incumplimiento de promesas, contribuyen a crear un clima de opinión adverso a las posibilidades de Chávez para su reelección. Pero no es tiempo de cantar victoria.

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