El ABC de José Rafael
Revenga / Analista y consultor político
“NECESITAMOS
MAYOR CAPACIDAD DE DECISIÓN Y MANEJO DIPLOMÁTICO FRENTE A GUYANA”
Hemos
vivido con una reclamación aérea en cuanto al Esequibo. No hay una solidaridad
automática de CARICOM con Georgetown, pero no quiere decir que estén con
Venezuela. Llegamos a esta situación por la indolencia y pasividad de los
gobiernos durante las últimas décadas, señala el experto.
MANUEL
FELIPE SIERRA
Se le podría calificar, siempre con propiedad,
de diferentes maneras: filósofo, profesor universitario, asesor de comunicación
o estudioso de los temas internacionales. Durante años se desempeñó como alto
ejecutivo de Venevisión y como promotor y directivo de la Casa Uslar Pietri. En
los últimos tiempos es conocida su actividad como analista y consultor de los
temas políticos nacionales e internacionales. Estas son sus reflexiones para
los lectores de ABC de la Semana
La reclamación del territorio Esequibo se ha reactivado
luego del otorgamiento de concesiones por Guyana para la explotación petrolera
en la fachada atlántica y la actitud inamistosa y agresiva del nuevo presidente
guyanés David Granger.
Si, durante largas
épocas los venezolanos hemos vivido con una reclamación aérea en cuanto al territorio
Esequibo, que aparece en los límites iniciales de la República de Venezuela de
Bolívar. Incluso hay un Decreto del Libertador en 1822, que fija los limites según
los cuales lo que queda al margen oeste del Esequibo es parte integral del
territorio nacional en aquel momento. Ese año Bolívar, envía al canciller de la
Gran Colombia a Londres en una misión especial, para reclamar que habían
colonos británicos que estaban trasladándose y ocupando el margen occidental del
Esequibo.
Envía al canciller del momento, José Rafael Revenga, tu
pariente.
Exactamente, en ese
momento envía a mi tatarabuelo José Rafael Revenga para plantear que estaban
colonos británicos en las provincias de Demerara y Berbice. Siempre los
británicos querían conquistar y dominar el Delta del Orinoco, porque desde el
punto de vista geoestratégico es de una importancia sublime. Entonces llega un
botánico alemán contratado por la Sociedad Geográfica Oficial del Reino Unido en
1840, agarra un marcador, empieza a recorrer la zona, porque era botánico
también, y un especialista en cartografía y comienza a trazar las famosas
líneas, porque hubo varias Líneas Shomburgk. Una
de ellas efectivamente se traslada hasta el Norte del Delta y pasaba por el
Delta y Bocas de Navío, y todo ello se considera territorio británico. Desde
ese momento hemos estado sufriendo una reclamación etérea, una reclamación
aérea, que nunca se ha resuelto favorablemente, excepto que ahora tenemos de
por medio el tema del petróleo.
Pero el punto de partida sin duda fue el Laudo Arbitral de
París de 1899.
Tienes toda la razón en
recordarlo, se forma entonces una comisión entre los especialistas en derecho
internacional estadounidenses, que representaron a Venezuela y la comisión la
preside el ruso, Frederik de Martens. Los Estados Unidos defienden la posición
venezolana, pero hubo un famoso acuerdo entre Rusia y Gran Bretaña, que
solamente se conoció en 1944 de negociación secreta, algo como ha pasado
actualmente en la FIFA, por lo cual esa comisión en 1899 falla tres a dos en
contra de Venezuela. Siempre Venezuela ha denunciado y lo ha reiterado el
presidente Maduro en los últimos días que ese Laudo es írrito, nulo e ilegal,
que no tiene ninguna vigencia, lo cual lleva posteriormente en los años sesenta
al Acuerdo de Ginebra.
El Acuerdo de Ginebra, estableció las normas para las
negociaciones entre ambas partes y condujo al Protocolo de Puerto España en
1970.
Efectivamente en
febrero del 1966 se firma el Acuerdo de Ginebra, en donde ambas partes,
incluyendo como firmante al Reino Unido, porque en ese momento Guyana era
colonia británica, deciden acordar las bases para buscar un acuerdo, o sea una fórmula
para enfrentar la reclamación pero ésta también se trató de una declaración
nebulosa. Es decir, las partes buscan una solución pero no se dice cómo llegar
a un acuerdo y nunca se llegó a ello. Entonces estamos celebrando cincuenta
años, medio siglo del Acuerdo de Ginebra y estamos no solamente en punto cero,
sino que hemos perdido tiempo, hemos perdido influencia diplomática y ahora
estamos perdiendo yacimientos petroleros de primera importancia, que compiten
por su calidad con el petróleo venezolano, y quedan en la zona en reclamación y
frente a nuestra costa deltana; es decir que eso es terreno soberano, proyección
marítima venezolana, aunque no hemos especificado el límite inferior con
Guyana. Ahora, hace muy poco la delimitamos con Trinidad y Tobago. Decíamos que
ese petróleo compite en cuanto a calidad, facilidad de extracción y
conveniencia de transporte con el petróleo proveniente de nuestra Faja del
Orinoco. La exploración la realiza una empresa china, canadiense y
estadounidense, porque no es únicamente la Exxon, es una empresa mixta asociada
con la empresa SGX de Canadá y con la Nexen de China.
CARICOM
¿Pero cuál es el punto de inflexión entonces, para la
crisis actual?
A ella se llega por la
indolencia, la pasividad y la falta de imaginación de los gobiernos durante las
últimas décadas, y hablo en plural cuando menciono las décadas, entonces de
repente en octubre del 2013, hace año y medio, nos estalla la presencia de un
buque explorador contratado por una empresa norteamericana, que dice tener una
concesión de parte de la Republica Cooperativa de Guyana, y nuestra Armada
decide despachar la fragata “Yekuana” para que aborde el buque intruso, aprese
a la tripulación y la traslade a la isla
de Margarita, pero apesar de esa luz roja prendida, es decir un barco de una
trasnacional en zona de proyección soberana de Venezuela, aunque no en mar
proveniente de la zona en reclamación. Pero dejamos pasar año y medio, y en
marzo de este año aparece un buque más grande llamado “El Campeón de las Aguas
Profundas” que existen solamente dos en el mundo, contratado por esta empresa
mixta, ya no haciendo estudio sismológico sino explorando con un taladro que
tiene más de 20 metros de altura y puede taladrar la corteza terrestre por más
de cinco kilómetros, y que ya voceros de la Exxon señalan de que hay un
yacimiento potencial mercantil, es decir se está encontrando petróleo, y por
supuesto, parte de éste es nuestro, parte de la proyección de concesión incide
en las costas deltanas de nuestra franja atlántica, y entonces ahora no sabemos
qué hacer, ahora tenemos un problema económico, un problema político en el país
y un problema de política internacional, en donde Guyana obviamente ha tomado
la delantera: reunió el CARICOM, llevo una ponencia de apoyo total, y además
apeló a la Mancomunidad Británica.
Hubo mucha expectativa sobre la reunión de CARICOM en
Barbados, pero la declaración final, si bien ofrece solidaridad con Guyana, no
condena de ninguna manera a Venezuela, y se inclina por un acuerdo amistoso. Es
decir la declaración fue matizada.
Ciertamente fue
matizada por fortuna y creo que tanto la primer ministro de Trinidad y Tobago,
Kamla Persad-Bissessar, como el de Barbados, el señor Freundel Stuart,
efectivamente quisieron enfatizar que Venezuela mantiene relaciones amistosas
con muchas de la quince naciones que integran el CARICOM, y obviamente se terminó
apoyando formalmente a Guyana, pero no se le puso mucha música al tema, yo creo
que hay entonces un margen de maniobra, que la declaración no fue tan tajante
como el presidente Granger quería, porque hay que tener en cuenta que él, lo
primero que hizo al llegar a Barbados fue decir que “Venezuela era como un mono
en la espalda de Guyana” era un fastidio, era un contrapeso, era una obsesión
que limitaba el desarrollo de su país, y estas son expresiones de un Jefe de Estado
muy simbólicas, muy dramáticas. También Granger pidió en la reunión del CARICOM,
que Venezuela revocara el decreto presidencial del 26 de Junio, el número 1787,
y eso no fue acordado, es decir que no hay una solidaridad automática plena
entre sus miembros con Guyana, lo cual tampoco quiere decir que estén con
Venezuela.
“Buen
Oficiante”
Es decir, que existe un margen importante para las
negociaciones.
Por supuesto, hay un
margen para una labor diplomática de conciliación, de acuerdos, de
intercambios, y no hay que hacerlo solamente con el CARICOM, hay que hacerlo
con Petrocaribe, nueve de las dieciocho naciones que hemos apoyado vía el
descuento de volumen petrolero de exportación son miembros del CARICOM. Tenemos,
por decirlo así, una especie de palanca que podemos utilizar, está también el
ALBA de parte nuestra, y el presidente Maduro ha dicho que llevara el caso a la
consideración del presidente de Ecuador, Rafael Correa, porque es en estos
momentos es el presidente de la CELAC, un organismo muy importante que tiene
también la representación de organizaciones europeas. Mientras todo esto
ocurre, nadie sabe por dónde se mueve el juego. También el secretario de las
Naciones Unidas Ban Ki Moon, se inclina por nombrar un “Buen Oficiante”, cosa
que ya hizo el gobierno venezolano, todo lo cual reviste una enorme
importancia.
Es decir que la reclamación ya se mueve en el escenario
internacional y no solo bilateral, en circunstancias que en los últimos tiempos
se han tornado particularmente complejas.
Sí, hay muchos factores
en juego, por ejemplo el secretario de la Comunidad Británica, Kamalesh Sharma,
hablo muy fuertemente en Georgetown contra Venezuela, y sabemos que no se trata
únicamente una asociación de vecinos, son cincuenta y tres naciones en el
mundo, la cuarta parte de todas las naciones a nivel mundial son, de alguna
manera, “filo-británicas”, con gran peso en la Naciones Unidas.
¿Son suficientes las acciones anunciadas por el presidente
Maduro?
Yo creo que tenemos
poco tiempo, pese a que el presidente Maduro ha nombrado una comisión
presidencial, y que ha llamado a la unidad nacional promoviendo manifestaciones
públicas callejeras; todo lo cual es normal, pero necesitamos mucho más que
eso, necesitamos una capacidad de decisión y un manejo diplomático como pocas
veces hemos tenido a lo largo de nuestra historia.
El endurecimiento de la posición guyanesa tiene que ver
demasiado con el nuevo gobierno de Granger, y con su posición radical frente a
la reclamación de Venezuela.
David Granger es un
coronel retirado, muy “militarófilo” y gana las elecciones con una alianza de
dos partidos opositores, el partido progresista y el partido comunista de los
indoguyaneses. Los dos partidos forman alianza, uno que se llama La Alianza por
el Cambio, y el otro se llama Alianza para la Unidad Nacional, ellos conquistan
la mayoría de la votación en las elecciones los primeros días de mayo y Granger
es presidente a mediados de ese mes, y ha dirigido palabras muy duras contra
Venezuela desde un principio. Pero hay que recordar que durante los 23 años del
Partido Progresista, se otorgaron la concesiones, como la de la Exxon que es
favorecida desde 1999 con una concesión de estudio y explotación de la fachada
atlántica, es decir que desde hace 15 años la Exxon está allí.
Durante su campaña Granger había anunciado que endurecería
el reclamo sobre Venezuela.
Si, lo uso como tema de
campaña y lo está cumpliendo.
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