LA OBSESIÓN FIDELISTA
Análisis
17/09/2002
LA OBSESIÓN FIDELISTA
Manuel Felipe Sierra
La denuncia sobre la existencia de un campamento para entrenamiento de paramilitares en Charallave, no puede desvincularse de una serie de hechos ocurridos en las últimas semanas: la aparición de los grupos armados “Los Tupamaros” y “Carapaica”; la actuación cotidiana –cada vez con mayores niveles de agresividad- de los círculos bolivarianos para enfrentar las protestas de la oposición y para intimidar a parlamentarios y a miembros del Poder Judicial. No cabe duda, que el proceso bolivariano acentúa con ello su estrategia de cubanización mediante la promoción y el financiamiento de grupos irregulares en desmedro del papel y la responsabilidad de la Fuerza Armada Nacional. ¿Es ello posible en el marco del sistema democrático? ¿La conciencia cívica de la población venezolana podría facilitar un esquema de esta naturaleza? ¿La FAN ha llegado a un nivel de desmoralización tal como para aceptar el funcionamiento de una fuerza armada paralela? Lo que está claro hasta ahora es que el presidente Chávez después del 11 de abril y de las patéticas demostraciones de incoherencia en sectores de la oposición, parece haber recobrado un segundo aire que le permite avanzar en las coordenadas de su proyecto original. Por supuesto, el esfuerzo del gobierno por revitalizar sus rasgos supuestamente revolucionarios, se encuentra enfrentado a un cuadro de virtual colapso económico y de severa ingobernabilidad. Frente a ambas realidades –que se agravan cada día más- Chávez no parece contar con el campo de maniobra indispensable para que cristalice su modelo de perfil fidelista. Pero hoy está perfectamente claro, que ahora está impulsando, con una fuerza que se vio disminuida en meses pasados, su propuesta de carácter autoritario.
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