LA SEMANA EN TRES ACTOS
¿CÓMO ESCAPAR DEL REFERÉNDUM?
10/08/2003
Manuel Felipe Sierra
El camino hacia la activación del referéndum revocatorio parece despejarse. La decisión del Tribunal Supremo de Justicia de conceder un plazo de diez días consecutivos a la Asamblea Nacional para elegir a los nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral y, en caso contrario, asumir el organismo la responsabilidad de la escogencia en los diez días siguientes, viabiliza la consulta en los lapsos previstos. La posterior declaración del Fiscal General, Isaías Rodríguez, avalando el criterio de los altos magistrados refuerza y garantiza que dentro de pocos días el país contará con un ente comicial capaz de normar y conducir la consulta refrendaria.
El acuerdo de unidad suscrito el jueves 7, por más de setenta organizaciones entre partidos políticos, asociaciones civiles y ONG en función de una política uniforme ante la votación es un factor que revitaliza, sin duda alguna, a las fuerzas opositoras al régimen. La decisión al día siguiente de la Coordinadora Democrática de consignar las firmas recolectadas el 2 de febrero el próximo 20 de agosto, como culminación de una movilización popular, envía una señal de fortaleza y optimismo a la inmensa mayoría de los venezolanos que apuestan a una salida constitucional y pacifica al cuadro de ingobernabilidad que asfixia y paraliza al país en todos los ordenes.
Estos hechos permiten vislumbrar una robusta acción de los factores sociales y políticos que protagonizaron el año pasado las memorables jornadas de civismo que culminaron con el paro cívico de más de 30 días que se inició el 2 de diciembre. Si bien es cierto, que durante este año no se han realizado las multitudinarias marchas y los exitosos paros del 2002, también lo es que los factores críticos y adversos al proyecto autocrático han venido desarrollando un laborioso y eficaz trabajo de organización de los ciudadanos en la realización de asambleas en los más diversos lugares de Venezuela; y mediante la articulación de nuevas asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales que hoy conforman un espacio decisivo en el debate político.
¿Qué puede hacer el régimen para escapar de la encrucijada que para la revolución “bolivariana” supone el referéndum?. La precaria mayoría oficialista ha anunciado que impugnará la escogencia que del nuevo CNE haga el TSJ. ¿Pero ante qué instancia?. ¿Acaso no es famosa la frase jaquetona de Chávez de que en estos casos habría que apelar a la “corte celestial”?. Se amenaza también con modificar la Constitución para facilitar la aprobación de leyes sustantivas -que constitucionalmente deben tener un carácter orgánico- a través de la mayoría simple. ¿Ello no significa una escandalosa y aberrante vulneración de las reglas que definen el Estado de Derecho?.
El régimen seguramente, seguirá apelando al recurso de las amenazas, las agresiones y las provocaciones que podrían conducir a un escenario de violencia generalizada. El secuestro de naturaleza política de Sergio Omar Calderón y las arrogantes declaraciones de los miembros del alto mando militar chavista, que no institucional, no han tenido el efecto que buscaban: que la oposición respondiese en los mismos términos. Por el contrario, si algún mérito hay que reconocerle a la Coordinadora Democrática es haber logrado mantener sin flaquezas un inalterable apego a las formas democráticas de protesta.
Por otra parte, hay que analizar el cuadro internacional. El acuerdo suscrito por la oposición y el gobierno que establece la convocatoria al referéndum es monitoreado y vigilado por la OEA y el PNUD de la ONU, el Centro Carter y el Grupo de Países Amigos. Si tal como ocurre ahora, se cumple con los requisitos exigidos por la Constitución, para la realización del referéndum bajo la tutela de un órgano electoral perfectamente legitimo, qué argumento tendría el régimen para desconocer un documento que tiene el carácter de un compromiso.
Al mismo tiempo, en la última semana se produjeron dos categóricas advertencias del Secretario de Estado Colin Powell y su secretario adjunto para el Hemisferio Occidental Roger Noriega, que revelan la preocupación de Washington ante la posibilidad de que el chavismo desconozca o trate de interferir lo que es un claro mandato constitucional. Los altos funcionarios del gobierno estadounidense, no sólo apelan al riesgo que para la región significaría la deslegitimación de desempeño del chavismo, sino a la creciente “fidelización” de éste, que lo aleja definitivamente del concierto de las naciones democráticas y lo haría objeto de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana de Lima y de los acuerdos mediante los cuales se condena por violación a los derechos humanos a la dictadura castrista.
A partir del próximo 20, la radicalización política nacional entrará en una nueva fase. Pero en este caso, a diferencia de lo que podía pensarse meses atrás, con una oposición fortalecida anímica e institucionalmente y un gobierno colocado ante una dramática disyuntiva: obedece a las reglas democráticas o se coloca de manera abierta en el plano de la arbitrariedad y la ilegalidad. La última opción, dada la realidad nacional e internacional, no le garantiza mayor estabilidad en el tiempo.
A RENDIR
CUENTAS
El sábado 9 en la Plaza Brión de Chacaíto se realizó un acto que seguramente, va a tener una trascendencia mayor de la que sus promotores pensaron. La Red de Asambleas de Ciudadanos del Distrito Federal, convocó a rendir cuentas a los diputados electos en la circunscripción Nº 4 del Estado Miranda (que incluye los municipios: Chacao, Baruta y El Hatillo) para que en atención al Artículo 197 de la Constitución informaran sobre sus gestiones. Se trata de una iniciativa de la sociedad civil, que al igual que la multiplicación creciente de las asambleas de ciudadanos en todo el país, fortalecen la participación colectiva en el debate nacional. No fue una acción opositora, sino que se trataba de ejercitar el músculo democrático de una sociedad enfrentada a severos dilemas de cara al futuro. Los diputados de la oposición Gerardo Blyde, Freddy Lepage, Leopoldo Martínez y Ramón José Medina, establecieron un dialogo franco y esclarecedor con sus electores. No así, William Lara ni Haydeé Machin, representantes del oficialismo cuyos asientos permanecieron vacíos.
EL REBELDE
DE “LAS TRINITARIAS”
El sol de agosto se desparrama despiadado sobre la Península de Paraguaná. En el centro de Punto Fijo los pasajeros de dos autobuses con boinas rojas, renuncian a una marcha que debería encabezar Iris Varela. En Punta Cardón, junto a Américo Martín, Gonzalo Feijoó, José Luis Betancourt, Cipriano Heredia y Vilma Petrash conversamos con Edgar Rasquin, el ex gerente del mayor complejo refinador del mundo, quien desde el mes de diciembre encabeza una recia protesta de los ejecutivos y trabajadores de PDVSA, desde su residencia “Las Trinitarias” frente al puerto y al lado de decenas de familias de la urbanización “Los Semerucos”, que han sido sometidas al permanente hostigamiento y las amenazas de la Guardia Nacional y los círculos bolivarianos. Es posible que hoy se ejecute la orden de un juez provisorio que traído desde Mérida, determine el secuestro o el desalojo de Rasquin y la acción violenta de despojo de las viviendas de sus vecinos. Al salir, decenas de banderas tricolor se alzan ratificando la decisión de mantener una altiva desobediencia civil.
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