miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿PARA QUIÉN SE GOBIERNA?

AL COMPÁS DE LOS DÍAS

¿PARA QUIÉN SE GOBIERNA?
16/01/2008
Manuel Felipe Sierra

Si existiera alguna duda sobre las prácticas terroristas de las FARC, el conjunto de “fe de vida” aportado por la ex senadora Consuelo González en Bogotá resulta dramáticamente convincente. Las cartas y fotografías ponen en claro las condiciones infrahumanas en que viven los rehenes. El testimonio del coronel Luis Mendieta, cautivo desde hace nueve años, no puede ser más conmovedor: “durante estos últimos años hemos creído alcanzar la cima del sufrimiento, pero después de nueve, ocho y siete años de cautiverio, hemos llegado a la conclusión de que el sufrimiento causado por el secuestro no tiene límites”. Y es que desde hace tiempo los factores en armas que operan en Colombia dejaron de ser movimientos revolucionarios con objetivos ideológicos y políticos claros para derivar en bandas alimentadas por la industria del narcotráfico, el secuestro y la extorsión. Salvo Chávez, nadie en el mundo le confiere legitimidad a las andanzas de los hombres de Marulanda. El planteamiento que hizo ante la comunidad internacional para otorgarles condición beligerante y excluirlos de la lista negra del terrorismo tenía que caer en el vacío. El rechazo inicial partió, justamente, de los gobiernos que se comprometieron con la fallida “Operación Emmanuel”: Argentina, Ecuador y Francia.


Si el rescate de Clara Rojas y Consuelo González significó, ciertamente, un gesto humanitario del régimen, los efectos que éste pudo producir se disolvieron de inmediato. ¿Por qué Chávez se convierte en defensor en solitario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia? ¿Cómo entender que el gobernante las exonere de responsabilidad en el secuestro de venezolanos? ¿No son demasiado contundentes las denuncias y evidencias del gremio nacional de los ganaderos sobre las actividades de la guerrilla en la frontera? ¿Qué sentido tiene glorificar a fuerzas irregulares mientras se marca distancia del gobierno democrático de Uribe?

El reconocimiento de Chávez a las FARC no sólo produce desconcierto y rechazo en el plano externo, sino que tiene consecuencias en el orden doméstico. Ello abre las puertas para convertir a Venezuela, oficialmente, en retaguardia natural de los grupos armados y contribuye al cuadro de violencia que ha disparado la criminalidad a niveles más que alarmantes. ¿Para quién gobierna Chávez?

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