martes, 6 de noviembre de 2012

Fábula Cotidiana




EL PLAGIO MENOR


¿Quién duda que Alfredo Bryce Echenique es uno de los escritores más creativos y talentosos de América Latina? No es por casualidad que “La vida exagerada de Martín Romaña” (un personaje con rasgos autobiográficos) y “Un Mundo para Julius” se cuenten entre las más importantes novelas de los últimos tiempos, y ya consagradas por la crítica y los lectores. Esas fueron razones más que suficientes para que el novelista peruano se hiciera merecedor al Premio “FIL” de Literatura en Lenguas Romances del 2002 que se concede en México. El galardón ha hecho honor en el pasado a escritores de la talla de Nicanor Parra, Eliseo Diego, Sergio Pitol, Rubém Fonseca y el poeta venezolano Rafael Cadenas.

Este año el jurado estuvo integrado por la periodista argentina Leila Guerriero, el rumano Calin Mihailescu, el autor inglés Mark Millington, el peruano Julio Ortega, la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres, la crítica colombiana Margarita Valencia y el autor mexicano Julio Volpi. ¿Qué razones habría para que Echenique no acudiera a recibir el galardón que ratificaba  la valoración internacional de su obra el 24 de noviembre en la inauguración de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara? Después de tantas batallas literarias el novelista nunca pensó que un episodio que consideraba superado fuera a suscitar ahora un escándalo de grandes proporciones en el mundo de las letras.

Desde el 2006 sobre Bryce comenzaron a llover denuncias de plagio por sus artículos periodísticos en las revistas “Nexos”, “Jano” “La Voz del Interior” y el diario “El Mercurio” de Chile. El autor dijo ser víctima de un “complot fujimorista por la vía del descrédito”. Ante nuevos señalamiento Bryce contestó que se trataban de críticas de personas “arribistas y huachafas” y  con su conocido desenfado  aclaró: “cuando hago verdaderos plagios la gente ni se entera, el plagio como decía Borges es incluso un homenaje”.

A los días los autores de los escritos “fusilados” reaccionaron de diversas maneras. Victoria Toro comentó: “me siento halagada de que a Bryce Echenique le haya parecido un artículo mío lo suficientemente bueno para copiarlo, pero por otra parte me parece un “chorizo. José María Pérez Alvarez “Chesi” escribió: “eso a mi me causa tristeza y pena, no por mi, sino por la categoría de un escritor que me ha fascinado y me ha hecho temblar de risa como lector; ¿estamos ante el plagio como un género literario”? Otras respuestas del mismo tenor no se hicieron esperar. El 9 de enero del 2009 un tribunal limeño condenó a Bryce a pagar una multa de 177.500 soles (42.000 euros) por el plagio de 16 textos de 15 autores alguno de los cuales aparecieron en “La Vanguardia” de Barcelona y en “El Periódico de Extremadura”. En septiembre de este año la noticia del otorgamiento del Premio “FIL” avivó el escándalo. Un grupo de académicos y escritores mexicanos denunciaron que resultaba incomprensible que se le confiriera un premio literario a alguien acusado de plagiar artículos periodísticos.
La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México Fabiola Ramírez Gutiérrez elaboró todo un expediente con el título “En el taller de Bryce Echenique” que revela los pormenores de los delitos cometidos. ¿Qué pudo ocurrir para que un “maestro de la palabra a la que domina y recrea concediéndole nuevos significados” según la crítica, apele a la copia de artículos que si bien son importantes no han sido producto de una mayor decantación narrativa? Roger Michelena editor y quien mantiene la muy consultada cuenta en twitter @ellibrero considera que con la internet resulta muy difícil tomarse en préstamo materiales ajenos lo cual antes podía ocurrir tratándose de colaboraciones para revistas de escasa circulación. Con el acceso directo a los periódicos y los blogs culturales, aquello parece imposible y Michelena no descarta tampoco que Bryce haya confiado demasiado en “el negro”, es decir, el escritor auxiliar o secretario que los narradores de su nivel suelen mantener para investigaciones y revisión de originales. Michelena acompañó a Bryce en Caracas en varias de sus visitas a coloquios sobre la narrativa latinoamericana en el Celarg. Destaca el interés del peruano por los escritores venezolanos y por los grabados y artistas nativos, lo cual le hacia permanecer largos ratos en la librería del Ateneo. También recuerda largas conversaciones con el escritor quien siempre disertaba frente a un inseparable vaso de vodka en el Caracas Hilton.

Bryce Echenique impedido de asistir a la entrega en Ciudad de México debió recibir el galardón de manos de la directora del premio Dulce María Zuñiga en Lima. Los críticos habían pedido a la “FIL” reconsiderar la decisión y a Bryce renunciar a la distinción. A lo último el novelista respondió: “no veo que deba renunciar a nada, mientras el jurado que votó a favor de mi obra literaria me mantenga su plena confianza como es hasta el día de hoy”. El jueves 25 de octubre la Zuñiga hizo entrega a Bryce de un cheque por 150.000 dólares.

Con ello de ninguna manera habrían de cesar las reacciones. No sólo sobre el otorgamiento del premio sino también por el viaje de Zuñiga a Perú. Gerardo Esquivel uno de los académicos que se opuso a la decisión escribió: “me parece que denigra tanto la decisión del jurado como al premio; por lo pronto es un daño al prestigio del premio y de la feria misma”. Juan Villoro en su columna del diario “Reforma” escribió: “esa decisión es discutible: el periodismo merece el mismo respeto que la novela y no puede ser considerado como la zona de desperdicio, de impunidad de un artista de la palabra”. Sobre la próxima feria agregó: “Ahora un acto cultural se reduce a enviar 150.000 dólares como si se enviara una pizza”.

Bryce Echenique ha declarado que no tiene proyectada una próxima novela, pero anuncia que seguirá con un nuevo volumen de sus “antimemorias”. El novelista quien según la mejor crítica “ha desarrollado una narrativa muy próxima al cuento oral, donde se difuminan las fronteras entre realidad y ficción y que recurre a sus propias experiencias para configurar un relato vivo y plagado de giros y peripecias” ahora tiene material para una nueva aventura narrativa las cuales según él siempre provocan una “sonrisa lúcida” en los lectores.

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