jueves, 7 de marzo de 2013




EL COMANDANTE


Fragmentos del libro “De Yare a Miraflores el mismo subversivo” (16 entrevistas con José Vicente Rangel)

30 de agosto de 1992

“El Plan Ezequiel Zamora, se extendía para el 3 de febrero, 4 de febrero, desde el Campo de Carabobo, en los límites de aquel estado con Cojedes, hasta Maiquetía, ya en las riberas del mar Caribe. Es decir, incluía los estados Carabobo, Aragua, Guárico, Miranda y el Distrito Federal. En todo ese inmenso teatro de operaciones estaban ubicadas bajo mi mando las siguientes unidades: una brigada de infantería en Caracas, la IV División de Infantería en Maracay, de la cual depende la Brigada de Paracaidistas, la Brigada Blindada en Valencia, además de las unidades de apoyo de artillería y apoyo misilístico en San Juan de los Morros y Maracay, respectivamente, y el apoyo pétreo requerido para la operación. Toda esta gran unidad organizada en este teatro de operaciones –repito- quedó en aquella jornada bajo mi mando. Dentro de la concepción operacional del plan Ezequiel Zamora fue definido el lugar exacto de ubicación del puesto de comando principal en la colina de la Planicie, donde funciona el Museo Histórico Militar, de manera tal que nadie que no tenga intereses ocultos puede señalar que mi persona no se hizo presente en el teatro de los acontecimientos”.

13 de junio de 1993

“Estamos en presencia de un conflicto creciente; estamos en presencia de un conflicto desbocado. Recuerdo en este momento aquella clara definición de Antonio Gramsci acerca de lo que es la crisis, lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que no termina de nacer, en ese terrible drama nos movemos los venezolanos de hoy. Pero cada día que pasa nos estamos acercando al parto de la historia, al parto de la patria, a ese nacimiento de lo nuevo y por supuesto del entierro de lo viejo”.

20 de marzo 1994

“El artículo 250 de nuestra Carta Magna es muy claro: “toda persona, cualquier venezolano, tenga o no autoridad en sus manos, está obligado a luchar por el restablecimiento de la Constitución cuando ésta haya sido violada por alguna vía. ¿Cuántas veces ha sido violada, arrastrada, pisoteada la Constitución Nacional? y nosotros juramos, nosotros discutimos mucho para insurgir en armas. Nosotros no somos gorilas. Si vamos a analizar el pensamiento militarista latinoamericano, nosotros somos contrarios a las dictaduras militares”.



16 de octubre de 1994

“Soy cristiano, soy católico, creo profundamente en Dios y lo retrato en el Cristo que vino a este mundo, que se hizo hombre para luchar por sus semejantes y que murió, que dio la vida por la lucha, por los desposeídos. Soy profundamente católico y profundamente cristiano”.


4 de febrero de 1996

“El gobierno de Caldera es hijo del 4 de febrero, un hijo no deseado y que ha puesto la torta. Caldera tuvo en sus manos el más grande poder que Presidente alguno pudo haber tenido después que ganó las elecciones, apoyo popular, apoyo de gruesos sectores militares, hubiera podido de verdad torcer el rumbo de este país pero entonces él cayó en el efecto pigmalión, se casó con su obra, el puntofijiismo, hizo pacto con Acción Democrática con lo más podrido de Acción Democrática”·.

22 de mayo de 1997

“Con tantas amenazas y cosas, cargo siempre una cruz, una cruz de guerrero, una cruz de soldado, porque es el escapulario de la Virgen de Socorro, esto tiene más de cien años, lo usó mi abuelo cuando se fue a la guerra en la revolución del “Mocho Hernández” en 1898, por cierto 98. El 4 de febrero me lo gané porque mi tía-abuela, hija de Maisanta, fue al San Carlos y me lo obsequió y lo cargo como símbolo de lucha y de esperanza, y de fe y de fortaleza”.

6 de marzo de 1998

“El ámbito internacional es muy importante para un nuevo gobierno. Lo que andamos haciendo es buscar relaciones con la Unión Europea, con los tigres del Asia, con Brasil, con Suramérica, buscando el Mercosur, con los Estados Unidos. Ando explicándole al mundo para que se entienda cual es nuestra posición, de primera mano no por intermediarios que la desfiguran generalmente”.

4 de diciembre de 1998

“Vamos a suponer que a Hugo Chávez se le alza el pueblo y salga la gente a la calle, Dios no lo quiera, eso no va a ocurrir, pero supongámoslo, preferiría un millón de veces irme del gobierno. Es como un pitcher que está lanzando y le dan cuatro jonrones seguidos. Yo preferiría entregar la pelota y decirle a otro: “venga, reléveme para que usted detenga esto”. Jamás haría lo que hizo Carlos Andrés Pérez no cometería ese genocidio de enviar a los militares a masacrar un pueblo”.

14 de diciembre del 2008

“Creo que una buena parte de esa oposición sigue siendo algo sí como un rehén de un pequeño grupo de fascistas que tiene mucho poder mediático y económico, chantajean, impulsan y la tienen secuestrada, ojalá terminen de liberarse del dominio de algunos dueños de medios de comunicación y hagan su juego y ojalá sea un juego limpio”.

7 de agosto del 2011

“Una noche le dije a alguien: “Oye ¿no será una cosa más grave lo que yo tengo, no será un cáncer? Pero entonces yo mismo decía. “No, yo tengo que llegar al 5 de julio y después háganme lo que quieran”, el Bicentenario, la cumbre que tanto costó estos años, la Cumbre de la Unidad de América Latina. Todo estaba ya preparado hasta que llegué a Cuba con unos dolores, se incrementaron, dificultades orgánicas severas, y Fidel me agarró y me dijo: “¿Qué? ¿tú quieres morirte?”  ¿Cómo que no te quieres hacer exámenes a fondo? Y me convenció Fidel. Incluso yo le dije: “Fidel, la cumbre”, y me dijo: “te apoyo políticamente por la cumbre, pero primero es la vida de un revolucionario Chávez…”. Esa misma noche, Raúl me llevó al hospital.
Me hicieron primero unos exámenes clínicos, los médicos, y no me quedé, me fui a la casa, al sitio donde nos quedamos. A las 8 de la mañana llegó Raúl a tocarme la puerta: “Vamos, te esperan”. Y bueno, el examen apareció ya con equipamiento, lo que después se convirtió en un tumor maligno, pues, que fue extraído una semana después, después de una aproximación muy cuidadosa, pero fue Fidel el que me dijo”.

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