EL DICTADOR Y EL POETA
Hasta
su edad esconde un misterio. Lo cierto es que el joven de 28 o 29 años Kim Jong
Un conocido como el “Brillante Camarada” y “Joven General” ha colocado en vilo
la paz mundial. Nieto de Kim Il Sung el
“Gran Líder” y “Presidente Eterno” e hijo de Kim Jong Il el “Querido Líder”, el
hombre fuerte de Corea del Norte parece dispuesto a provocar un conflicto de
alcance nuclear. Partiendo del anonimato, sin credenciales académicas conocidas
y carente de méritos políticos y
militares Kim Jong Un fue elevado en
diciembre del 2011 al liderazgo supremo de la República Popular
Democrática de Corea, tras el fallecimiento de su padre.
Mientras Estados Unidos y Japón desplazan unidades de combate para maniobras
conjuntas con el ejército de Corea del Sur el “Joven General” anuncia la
reanudación de operaciones en el reactor nuclear de Yongbyon, contraviniendo
así la resolución del Consejo de Seguridad de ONU. Washington ha informado que
responderá de manera contundente a las nuevas amenazas mientras que China y
Rusia han exhortado a la reconciliación y la paz, tal como lo hizo también el Papa
Francisco desde El Vaticano.
Si bien es cierto que no es la primera vez que los
mandatarios norcoreanos lanzan advertencias de esta naturaleza en la crónica
confrontación entre las dos Corea que vivió tiempos de guerra entre 1950 y
53, la tensión generada en las últimas
semanas (con el añadido del poder nuclear) podría devenir en situaciones
terriblemente críticas no sólo para la
región sino también para otras zonas del mundo. El “Brillante Camarada” luce
inclinado a llevar hasta los extremos el proyecto del “Songún”, es decir, la
política del “Ejército Primero” que responde a necesidades de seguridad siempre
apremiantes en un país en permanente movilización por la paranoia guerrerista de
sus lideres.
Norcorea, afectada por un déficit comercial severo,
una expansión de su deuda externa y la disminución de la ayuda internacional
(que le fue proporcionada en el pasado por la Unión Soviética y
China) privilegia sin embargo proyectos de desarrollo para la defensa que hoy
supera más del 20% del PIB y en proporciones más elevadas de naciones
relativamente militarizadas como el caso de Israel. A ello se suma condiciones
de pobreza que han obligado a la nación a
solicitar la ayuda internacional. De allí que para algunos analistas las
actuales acciones podrían interpretarse como una nueva presión para negociar términos de asistencia de Estados Unidos,
China y Corea del Sur, tal como ocurrió en el pasado.
Ya en el 2006 Kim Jong Il al anunciar que Norcorea
poseía armas nucleares y que adelantaba un avanzado programa de misiles
encendió las alarmas en los centros de poder. Estados Unidos advirtió que el
gobierno de Pyongyang probaría un misil de largo alcance teóricamente capaz de
alcanzar ciertas partes de esa nación. En esos días, Hugo Chávez de gira en
Panamá, anunció que Venezuela pensaba suscribir acuerdos con el país asiático
para transferencia de tecnología militar, y anunció que viajaría a esa nación.
Sus declaraciones obligaron al portavoz del Departamento de Estado Sean
McCormack a preguntarse: “¿qué es lo que espera obtener Venezuela de los
norcoreanos?”. En la estrategia internacional del chavismo la vinculación con Norcorea
(fue el único país que apoyó explícitamente su plan nuclear) guardaba relación
con los vínculos con Irán, Libia, Siria y Cuba en una estrategia de contrapeso
con los Estados Unidos. De cara a la actual situación, si bien es cierto que
inicialmente el Presidente (e) Nicolás Maduro reconoció el derecho norcoreano a
desarrollar sus planes nucleares, luego la declaración de la Cancillería se sumó
más bien a las exhortaciones para la búsqueda de una solución pacifica y
diplomática.
A propósito de la situación norcoreana la periodista
Milagros Socorro ha refrescado el episodio de la larga detención del poeta
venezolano Alí Lameda en las prisiones del “Gran Líder” en 1967. Lameda, militante
del Partido Comunista venezolano fue invitado entonces por el régimen con la
promesa de publicar su extensa obra en la cual se destaca el poemario “Corazón
de Venezuela”. Una madrugada mientras trabajaba en la revisión de los materiales
se vio rodeado por policías armados de metralletas y pistolas y posteriormente fue
sometido a un juicio propio de los regímenes totalitarios con acusaciones de
“infidencia y deslealtad” a la causa ideológica. Durante 7 años debió vivir un espantoso
calvario, aislado en calabozos y sometido a un sin número de padecimientos
físicos y como si fuera poco le fueron confiscados todos sus manuscritos que resumían
una labor de 20 años de intenso trabajo. Hasta las libretas que contenían
direcciones le fueron hurtadas. Durante el juicio Lameda solicitaba que le
fueran devueltos sus poemas, entre ellos “La canción del pescador de Corea” en
el cual expresaba su afecto por el pueblo coreano. La respuesta de los carceleros
siempre fue la misma: se trataba de “una obra sucia, malsana, del más inmundo
extracto burgués y destinada a cantar al imperialismo yanky”.
De nada bastaron las denuncias de intelectuales
venezolanos y europeos sobre el insólito cautiverio del poeta. El presidente
Rafael Caldera planteó el caso al dictador rumano Nikolai Ceausesco durante su
visita a Caracas y éste se comprometió a gestionar el asunto ante el
“Presidente Eterno”. El 27 de septiembre de 1974 Lameda salió de la enfermería
de la prisión con destino a Moscú. De esta manera tenía éxito la diligencia del
ya presidente Carlos Andrés Pérez quien puso como condición la libertad de
Lameda para avanzar en las negociaciones para el establecimiento de relaciones
diplomáticas entre los dos países. En enero de 1976 Lameda regresó a Venezuela
y habría de morir en 1995 sin haber logrado rescatar sus manuscritos. ¿Cuál
será el desenlace de la situación actual en Asia? El secretario general de la
ONU Ban Ki- Moon no se muestra muy
optimista: “la crisis de Corea ha ido demasiado lejos”.
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