Entrevista con el Historiador Naudy Suárez
“LA NUEVA OLA
DEMOCRÁTICA”
En la historia de Venezuela este es primer gobierno que busca
confrontación. El “Plan de Barranquilla” fue el documento inspirador que
modernizó la política venezolana. El Programa Mínimo de Gobierno de 1958 (Pacto
de Puntofijo) es el máximo programa de la democracia, sostiene el estudioso del
proceso histórico contemporáneo venezolano.
Desde muy joven se valora su interés y sus aciertos en la investigación
de la historia venezolana, en particular sobre el proceso postgomecista y el
nacimiento de los modernos partidos políticos. Es profesor de la UCV y preside la Fundación Rómulo
Betancourt. Estas son sus reflexiones para ABC de la Semana.
- Historiadores y analistas reivindican después de muchos años lo que
significó el “Plan de Barranquilla” de 1931, como la línea de orientación que
permitió que el país accediera a la democracia y superara el militarismo
primitivo y brutal.
- El Plan de
Barranquilla es un documento que tuvo una característica fundamental que lo
distingue de diversos documentos políticos, de carácter más o menos
programáticos, puestos en circulación dentro y fuera del país a comienzos del
siglo XX. Es un documento que contiene un análisis de la Venezuela de 1931 hecho
al trasluz doctrinal de las nuevas corrientes políticas, por una parte, y de un
estudio profundo de la historia de Venezuela por otra. Ese mérito lo obtuvo su
autor, el “Plan de Barranquilla” es la obra personal de Rómulo Betancourt desde
el exilio, aunque aparece firmado por una docena de otras personas, la mayor
parte de ellos compañeros de pupitre de él en la UCV.
- ¿Por qué de Barranquilla?
- Porque Betancourt
se había escapado de Venezuela para huir de la prisión de Gómez a mitad de 1928
y en él se operó lo que podríamos llamar trashumancia, un ir de aquí a allá;
para comienzos del año 31 estaba en Barranquilla con otros compañeros, estaba
viviendo como podía, entre otras cosas subsistían del producto de las ventas
que hacían en una frutería.
- ¿Qué contenía el Plan?
- Este documento consta de dos partes bien
diferenciadas. Una que analizaba los aspectos económicos, políticos y sociales
de la Venezuela
de ese entonces. Y la segunda, de lineamientos programáticos, de consignas por
cumplir. En la primera, Betancourt de una manera muy fundamentada, expone que
los tres nudos programáticos, “los tres jinetes del Apocalipsis” que regían
sobre Venezuela en 1931 eran: primero el caudillismo militar heredado de la Independencia , de la Guerra de la Federación , del resto
de las contiendas civiles que habían afectado a Venezuela en el siglo XIX y comienzos del XX. En segundo
lugar, estaba como problema el latifundio, en un país agrícola que apenas
estaba iniciando esa transición económica que llevó a un primer término de
importancia al petróleo. En ese país la mayor parte de él era campesina que
cultivaban tierras que la mayor parte de las veces no eran suyas, eran de
propietarios llamados latifundistas. Incluso, el mayor ejemplo de los
latifundistas era el propio Gómez, quien tenía latifundios en más de 10
estados. De hecho, a su muerte se hizo un censo de propiedades que terminaron por
devolvérselas al Estado, eran más de 150 sus propiedades, de tierras agrícolas,
dedicadas a la ganadería, a la explotación de la caña de azúcar, etc. Y en
tercer lugar, a raíz de la
Primera Guerra Mundial se había operado un proceso en
Venezuela al llegar un capital extranjero que centró sus actividades en el petróleo.
Es decir, en estos años posteriores a la Gran Guerra se descubre que Venezuela es un país
con un altísimo potencial de hidrocarburos.
- ¿Qué propone Betancourt frente a esos problemas?
- Betancourt
propone hacerle frente al caudillismo sustituyéndolo por gobiernos civiles,
gobiernos con división de poderes, con procesos electorales democráticos. Combate
al latifundio en primera instancia, porque Betancourt era realista y no quería
una revolución al estilo de la soviética, planteaba comenzar con la
expropiación de los terrenos de Gómez y sus principales colaboradores. Y en
tercer lugar, habla de ir progresivamente cobrando control de la industria
petrolera. Es tomar un antes y un después en la historia de los programas
políticos venezolanos y este programa está en el origen de otros que Betancourt
va a contribuir a hacer en el futuro en la medida en que su pequeño grupo
político, la
Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) que tuvo como base
el “Plan de Barranquilla”, se transforma en el Movimiento Organización
Venezolana (ORVE) en 1936 bajo el gobierno de López Contreras; y luego en el
año 37, en la clandestinidad, surge el llamado Partido Democrático Nacional que
duró hasta el año 41 bajo el gobierno de Medina Angarita y a partir de allí
nace Acción Democrática. Entonces, este documento moderniza la política venezolana.
Esta era una política regida por generales y en el caso de civiles por civiles
adeptos a viejos enunciados liberales que databan del siglo XIX. Allí la importancia
de este documento que además va a promover el cambio que se da cuando se realiza
el primer movimiento realmente democrático moderno ocurrido entre 1945 y 1948,
que fue denominada la
Revolución de Octubre.
- ¿Cuándo se rescata el Plan de Barranquilla en esos años?
- Bueno, el
caudillismo desaparece y este es un hecho importante, fue uno de los primeros decretos.
Si mal no recuerdo, en el año 46, ocurre la última revuelta caudillista que
hubo en Venezuela que fue encabezada por unos andinos de Trujillo, entre ellos
el famoso general Araujo. Entonces nace
el gobierno civil y por primera vez se establece el voto universal, que sólo
tenía como limitación la edad. En cuanto al latifundio, se empieza el
movimiento destinado a la redistribución de la tierra, pocos días antes de la
caída del régimen de Gallegos se aprobó una Ley de Reforma Agraria que iba en la
dirección que marcaba el Plan de Barranquilla. Y por último, en lo que se
refiere a petróleo, el llamado trienio democrático del 45 al 48, aprobó un decreto
el 31 de diciembre de 1945, que estableció que las ganancias de la explotación
petrolera se distribuirían por mitad entre el gobierno y las compañías. Fue lo
que se llama el “cincuenta-cincuenta”.
- También se da un hecho importante que es el nacimiento de los partidos
políticos modernos.
- Así es. En los
años del 45 al 48 ocurre la aparición de los partidos que ya existían desde
antes y que conforman un cuadro político que Venezuela va conocer durante décadas.
Por ejemplo, desde el 41 el Partido Comunista Venezolano, que sigue siendo el
partido más viejo de Venezuela y que fundado en la clandestinidad gomecista.
Pero en diciembre del 45 un grupo de gente ligada al 28, por ejemplo Isaac
Pardo y Elías Toro, crean Unión Republicana Democrática (URD), cuyo líder a
partir del 46 fue Jóvito Villalba. Y el 13 de enero del 46 se funda el partido
socialcristiano COPEI: Comité de Organización Política Electoral Independiente,
liderados por Rafael Caldera. De manera que estos partidos perdurarán de allí
en adelante en la política venezolana por largo tiempo.
UN NUEVO ACUERDO
- Después de ese paréntesis de 10 años de dictadura, Venezuela recobra
la democracia y entra a jugar bajo los lineamientos del “Plan de Barranquilla”.
Esa etapa cristaliza después con el Pacto de Puntofijo.
- Es imponderable
la importancia del año 58 en lo que se refiere a la restauración y
enriquecimiento del sistema democrático venezolano que había tenido su primera
experiencia con mal término del 45 al 48. En el 58 los líderes de los partidos
políticos venezolanos, entre los que se contaban Betancourt, Caldera, Villalba,
Gonzalo Barrios, etc, sacan sus cuentas a propósito de esos 10 años de
dictadura militar. Y ellos se ponen de acuerdo para que no se vuelva a repetir
las condiciones que llevaron al golpe de 24 de noviembre del 48,
fundamentalmente llegan a la convicción de que era necesaria la unidad política
en torno a la democracia. En el año 58 fue una consigna nacional que la de
Pérez Jiménez fuese la última dictadura y la palabra mágica que se escuchó en
el país fue “unidad”, ésta se tradujo en pactos y acuerdos que abarcaron por
ejemplo en un primer término, a empresarios y trabajadores. El primer acuerdo
del año 58 por cierto, fue lo que se llamó el “Avenimiento Obrero Patronal”, un
acuerdo de mutuo beneficio entre patrones y obreros, pero también se unieron
abogados, ingenieros, agrónomos, educadores, todos los gremios para defender la
democracia y firmaron un manifiesto en junio de ese año. Luego estuvo el propio
Pacto de Puntofijo que es un acto más nombrado que conocido porque los términos
del texto son muy sencillos: El primer acuerdo fue fundamental y establecía que
los partidos firmantes que eran AD, URD y COPEI, respetarían los resultados de
las elecciones de diciembre de ese año; el segundo acuerdo era que el gobierno que
surgiera de esas elecciones sería un gobierno de representación múltiple, es
decir los tres partidos estarían representados, no sería un gobierno de
predominio de un solo partido, a lo sumo se aceptaría que aparte de los
partidos, figuraran en el Gabinete y en las gobernaciones personalidades
independientes.
- Independientes que habían tenido participación en el gobierno
provisional de Larrazábal y Sanabria.
- Exacto, eran
demócratas probados y efectivamente eso va a ser así. Ese pacto no fue uno de
duración indefinida, fue un acuerdo con inicio y final. Éste terminó cuando
culminaba el período presidencial que conforme a la Constitución de 1961,
fue de 5 años. Entonces al finalizar este primer período fallecía el Pacto de
Puntofijo. Pero hago énfasis en otro documento que fue el llamado el Programa
Mínimo de Gobierno, firmado por los candidatos presidenciales el 6 de diciembre
un día antes de las elecciones. En él se establecían las metas que los
candidatos presidenciales, cualquiera de ellos que ganara, seguiría desde el
punto de vista de política petrolera, educativa, agraria, militar, en general
todos los principales rubros y campos de acción de un gobierno tenían allí sus
orientaciones y este programa, a pesar de llamarse mínimo yo he dicho que es el
programa máximo de la democracia desde el 59 cuando toma la presidencia
Betancourt, en adelante por muchos periodos presidenciales y en particular por
los de Betancourt, Leoni, Caldera y el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Lo interesante es que ese programa de gobierno fue un programa en un altísimo
porcentaje cumplido, fue hecho realidad en cuanto a lo petrolero, a la
educación, a lo militar, que de hecho uno de los puntos fundamentales era el
establecer esa dicotomía que permitiera que los militares hicieran vida de
cuartel y que la política estuviera conducida por civiles.
- ¿Para salir de esta crisis y regresar a la democracia después de estos
14 años se requiere lógicamente un nuevo programa?
- Con toda seguridad
sí. Yo soy de los que piensa que este gobierno que sufrimos tiene una
singularidad en la historia de política de Venezuela, aún bajo la dictaduras
como las de Guzmán Blanco o Gómez, los regímenes procuraban hacer un gobierno
que tuviera una base social y económica lo más amplia posible. Dicho de otra
manera, querían a pesar de todo que sus gobiernos fueran de concertación. Este
es el primer gobierno en que se ha desviado de esa tónica de lo que es el
desiderátum de los gobiernos y su política ha sido de confrontación. Desde ese
punto de vista, la oposición está y debe estar en un predicamento absolutamente
antitético, de lo que se trata es de sumar y eso comenzaría por agregar
opiniones alrededor de grandes metas nacionales, de metas que están por encima
de uno o varios partidos. Pero es necesario un nuevo programa, es necesaria una
nueva unidad, una tercera ola democrática, considerando que la primera sería la
que llevó al voto universal, directo y secreto; la segunda que llevó a estos
acuerdos y a la democracia de esos 40 años; una tercera ola que perfeccione
esas dos primeras, que haga autocrítica respecto de lo que pudieron ser los
vicios, los errores, las limitaciones y que embarque al país en lo que se llama
un proyecto nacional en el que todos participen y del que todos sean
beneficiarios.
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