El ABC de Carlos Tablante y Marcos Tarre, autores del libro Estado Delincuente
“El Poder Judicial está al servicio de la delincuencia organizada”
Venezuela es una especie de paraíso para la delincuencia. No hay ningún tipo de relación con la DEA. Es preocupante la influencia que pudiera tener la delincuencia en un maridaje con los llamados “boliburgueses”, que cuentan con un inmenso poder económico.
Carlos Tablante es ampliamente conocido como dirigente político, con experiencia como gobernador, parlamentario y ministro en la lucha antidroga. Ha dedicado buena parte de su tiempo a la investigación sobre el tema de la delincuencia. Marcos Tarre es criminólogo y reconocido novelista. Ambos trabajaron pacientemente durante dos años y medio para escribir Estado Delincuente: Cómo actúa la delincuencia organizada en Venezuela, que con prologo del juez español Baltazar Garzón, ha despertado un gran interés en los lectores venezolanos. Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.
— Carlos, este libro es un repaso, quizás el primero que se hace de una manera tan sistematizada sobre el tema. Coméntenos sobre el “Estado Delincuente”.
— Carlos Tablante: Este trabajo lo iniciamos hace aproximadamente dos años y medio. Nos encontramos Marcos y yo en distintas mesas de diálogo, trabajando en las propuestas de seguridad ciudadana que promueve la Alternativa Democrática y comenzamos a ver la relación que existía entre la corrupción, la impunidad y los altísimos indicadores de violencia que padece el país. Así como las redes en la corrupción, en el caso de Venezuela, se mueven casi de manera invisible a las redes de la delincuencia organizada y van mezclado lo lícito con lo ilícito y más bien el ciudadano, la empresa o el emprendedor que se mueven en el campo de lo lícito, les cuesta mucho no relacionarse con lo ilícito porque es como un efecto viral que produce la corrupción, sobre todo en la sociedad venezolana, que la va enfermando, ablandando y a veces la hace indiferente y apática sobre el proceso de descomposición que hemos estado sufriendo como país con el tema de la corrupción y la impunidad, que invade todas las áreas de la criminalidad en Venezuela.
— ¿Han manejado cifras del fenómeno?
— Carlos Tablante: Claro, tenemos una impunidad de casi 92% de acuerdo a los informes de la propia Fiscalía General de la República, y esa impunidad trae como consecuencia que la corrupción sea la que compra la impunidad y pone al Poder Judicial al servicio de la delincuencia, al servicio del poder dinero relacionado con las actividades criminales de delincuencia organizada y se va creando una especie de maridaje donde el afán de conseguir dinero fácil de la renta petrolera hace que vayan creándose nuevos grupos, una especie de mestizaje que va construyendo una nueva casta que es conocida como los “boliburgueses”. Esa estructura de negocios de estos “pseudoempresarios” que se aprovechan de la relación que tienen con altos funcionarios del gobierno, ha creado una relación perversa que está formando unas condiciones para que por ejemplo, si realizamos importaciones en el Sitme y Cadivi, una buena parte de éstas no llegan al país y producen la escasez que todos padecemos. Y ellas las realizan “empresas de maletín” que ejecutan importaciones fantasmas, ficticias, tal como lo denunció Jorge Giordani. Así ocurre también en el sector financiero, en el sector petrolero, etc. Entonces, de alguna manera cuando Maduro pide “poderes especiales” y la Ley Habilitante, está orientado hacia factores que están en su entorno y que él sabe que están relacionados con esta corrupción escandalosa.
— Marcos, criminólogo y novelista. ¿Cómo se construyó este relato?
— Marcos Tarre: Como dijo Carlos, comenzamos hace dos años viendo las relaciones que existían entre la corrupción, delincuencia organizada, impunidad y criminalidad. Entonces empezamos a analizar, a buscar información, a investigar y lo plasmamos todo ello en los 12 capítulos de este libro, en donde nos referimos un poco a lo que es el concepto de delincuencia organizada, en cómo históricamente ha evolucionado, cómo actúa en países vecinos. Analizamos estos temas en el sistema financiero, judicial, policial y carcelario, lo analizamos por delito. Luego vimos y comparamos las estrategias que se han utilizado en diferentes países para enfrentar este fenómeno criminal y terminamos el libro haciendo una referencia a todo lo que existe en materia legal y tratados internacionales los cuales Venezuela debería cumplir en cuanto a delincuencia organizada, lavado de dinero y corrupción, porque siempre (y lo planteamos en el libro desde un principio) todo esto existe porque hay una corrupción terrible que propicia que se den todos estos hechos. Del mismo modo, mostramos referencias internacionales como las que produce la organización Transparencia Internacional, en las que lamentablemente Venezuela figura como uno de los países más corruptos el mundo y tristemente vemos cómo ha involucionado desde el año 99 hasta ahora, cómo hemos venido descendiendo sistemáticamente.
Involución y aislamiento
— ¿Cómo ha sido ese descenso?
— Marcos Tarre: Nosotros en 1999 estábamos mal, Transparencia Internacional califica sobre 10 puntos y quienes se acerquen al 10 son los países menos corruptos. Nosotros teníamos una puntuación de 3 y hemos ido viendo cómo ha ido bajando unas décimas por año y actualmente tenemos 2, y además sobre 180 países ocupamos el 175, eso ha sucedido en estos 14 años. Vemos también cuando comparamos con otros países, en Venezuela la delincuencia organizada asesina más que en México, allí hacemos el planteamiento de que entre el 33 y 51% de los homicidios en Venezuela se relacionan directa o indirectamente con la delincuencia organizada, cosa que hay tomarla en cuenta, hay que adecuar nuestros cuerpos policiales a esta situación. Y vemos cómo con cifras también la extorsión de las autoridades está totalmente fuera de foco, por ejemplo, según cifras oficiales en 2010 hubo cerca de 17.000 casos conocidos de posesión de droga y en 32 de tráfico ¿qué significa esto? Que las redes medias y los jefes no son investigados, no hay nada contra ellos y el esfuerzo del Estado se ha centralizado en perseguir a los micro-distribuidores y mucha veces a los consumidores. Si a eso le sumamos la impunidad, lo que ocurre en el sistema policial, cómo la delincuencia organizada se ha apoderado del sistema carcelario, cómo se han profundizado las modalidades de delincuencia que ya conocíamos como lo es el tráfico de drogas, el hurto de vehículos, el secuestro, etc.
— Se percibe una especie de sofisticación del delito.
— Marcos Tarre: Sí, pero también han surgido nuevas modalidades como lo que hemos visto en las cárceles, lo que se sucede bajo la sombra del sistema cambiario, lo que sucede con los productos regulados, lo que sucede con el tráfico y reciclaje de teléfonos celulares, en la industria de construcción, en fin, hay toda una serie de áreas nuevas de delincuencia organizada que han venido a sumarse a las que ya existían y todo esto crea la situación de inseguridad y criminalidad que padecemos.
— Carlos, en el libro también se sugieren respuestas y soluciones.
— Carlos Tablante: Sí, nosotros al final hacemos una especie de reflexión sobre todos estos temas y creemos que los acuerdos internacionales que ha suscrito el país en materia de cooperación para enfrentar el fenómeno de la delincuencia organizada no se están cumpliendo. Es decir, Venezuela se ha ido aislando, con el tema de la supuesta soberanía y el nacionalismo no tenemos relaciones de cooperación con muchos países.
— ¿Cuál es la relación de Venezuela con la DEA en estos momentos?
— Carlos Tablante: No hay ningún tipo de relación, incluso una ruptura. No tenemos ni siquiera embajador en Estados Unidos. No hay ningún tipo de cooperación y es algo clave que necesitamos para enfrentar este tipo de delincuencia que atraviesa los procesos de globalización y apoyándose en las plataformas de las nuevas tecnologías de manera más veloz o con mayor actividad en redes casi invisibles, que ya no son los cárteles ni capos tradicionales que si tienen las mafias, sino que son redes que actúan con mucha eficiencia, donde hay gente pensando, formados en las mejores universidades del mundo, cómo cometer sus delitos, cómo organizarse para cometer el crimen.
— En este sentido se registra un retroceso, en relación a gobiernos anteriores.
— Carlos Tablante: En efecto, frente a eso el Estado luce improvisado, luce desorganizado y nosotros creemos que si analizamos los convenios internacionales tenemos unas estrategias que pueden permitir una política de Estado ante al tema de la delincuencia organizada y proponemos la creación de la Unidad de Inteligencia Financiera, adscrita al Ministerio de Finanzas, con la presencia del Tesorero General de la República y del Tesorero del Banco Central de Venezuela para hacerle un seguimiento en sala situacional, con un equipo multidisciplinario de profesionales, al rastro del dinero ilícito. Eso es muy fácil porque los bancos y los sujetos obligados están de alguna manera obligados a hacer un reporte de actividades que consideren sospechosas, de movimientos de capitales y allí se puede focalizar la investigación. Y si nosotros le cortamos el dinero a estas organizaciones criminales las desarticulamos, porque el dinero es el que mueve el cuerpo de la delincuencia.
“En Venezuela se mata más que en México”
— Marcos, ¿hasta dónde el cuadro de violencia que tenía que ver con la delincuencia que vivió Colombia hace unos años se trasladó a Venezuela?
— Marcos Tarre: De cierta forma sí. En Colombia ha habido un éxito, se han obtenido resultados importantes en cuanto a la disminución de la violencia. En los peores tiempos de Colombia se cometían más de 3.000 secuestros al año y encabezada la lista de homicidios por 100.000 habitantes, pero han venido reduciendo sistemáticamente esos índices delictivos. Y en otros países también, lo triste es que aquí en Venezuela ha sucedido todo lo contrario. Hay experiencias interesantes en Brasil, Argentina, en México hay una experiencia que hay que seguirla de cerca también porque se adentró a una lucha frontal contra los cárteles de droga, quizás sin tener el marco legal adecuado, y eso ha producido una escalada de violencia muy fuerte, pero aún así en Venezuela se mata más que en México. Lo que pasa es que en México los crímenes son muy sangrientos, son enfrentamientos focalizados entre bandas en estados fronterizos. Cuando vamos las estadísticas nuestras cifras son peores que las mexicanas, aquí los asesinatos son gota a gota, día a día. Pero indudablemente tanto los resultados que se han obtenido en Colombia como en otros países, han hecho que Venezuela se convierta en una especie de paraíso para muchos delincuentes.
— ¿Se considera que Venezuela es prácticamente un país de transito?
— Marcos Tarre: Se dice que Venezuela es un país puente para el tráfico de droga, cosa que no es totalmente cierta porque ya se han visto y conocidos unos cuantos laboratorios y siembras, pero también cabría preguntarse ¿por qué somos un país puente tan fácil? porque geográficamente tenemos una buena ubicación pero también hay una serie de elementos que le garantizan la impunidad a estos delincuentes que deciden trasladarse a aquí, porque prácticamente el Poder Judicial está al servicio de la delincuencia organizada que tiene dinero para pagar por la vía de la corrupción la impunidad. En el libro también se señala, por ejemplo, que el precio del gramo de cocaína en Caracas es casi igual al de Bogotá, sin ser nosotros un país productor. ¿Qué hay detrás de esto? Hay un excedente de droga en el mercado local, porque los traficantes a sus cómplices no le pagan con dinero sino que les dicen “mira esta es tu parte, tanto gramos o tantos kilos, repártelo en el mercado local” y eso genera mucho enfrentamiento precisamente para asegurar esos mercados de droga. La edad de inicio del consumo de droga en Venezuela ha bajado, hemos dejado de tener las mediciones y los indicadores científicos de esto. Como decía Carlos, no solamente el país se ha aislado en materia de inteligencia internacional sino también en cuanto a los reportes que se hacen a los organismos internacionales, se reportan cifras falsas o no hay información y bueno, todo esto contribuye a que tengamos una especie de “caja negra” donde no se sabe qué ocurre y este libro, Estado Delincuente, aporta información sobre qué está pasando en Venezuela, que internacionalmente la gente empieza a ponerle el ojo. Se detalla, se profundiza y se analiza. Este es un libro que a nivel de expertos internacionales ya sabemos que está generando mucho interés, así como del público en general y a nosotros a los venezolanos, que padecemos esto, nos ayuda a ver dónde estamos parados, cuál debe ser la actitud y la reacción de la sociedad frente a esto y qué deberían hacer o no nuestras autoridades. Estamos aportando información que hemos recopilado de una manera técnica, científica y objetiva, aquí no hay inventos nuestros. Las cifras que utilizamos son en base a información seria y confiable, a pesar del bloqueo informativo que hay en materia de estadísticas por parte del gobierno, que absurdamente maneja esto como si se tratara de un secreto de Estado y no de una herramienta fundamental como lo es la investigación.
— ¿Sobre este tema fundamental hay comprensión en la dirigencia política?
— Carlos Tablante: A mí me preocupa la influencia que pudieran tener en actores políticos estos grupos que han surgido del maridaje llamado “boliburgués” con su inmenso poder económico. Algunos de los aspectos que tocamos en la conclusión y en las propuestas, era sobre todo lo relacionado con el financiamiento de la actividad política y de las campañas electorales porque no es un tema absolutamente transparente.
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