El ABC de Juan Correa / Vicepresidente de la Federación Médica
Venezolana
“Venezuela podría
convertirse en un país enfermo por los cuatro costados”
El régimen ha tratado al médico venezolano muy mal, lo ha humillado, lo
ha atropellado, lo descalifica. El 60% de los médicos de la promoción de 2008
de la UCV se fue
del país. No creo que los cubanos vengan a explicarnos qué debemos hacer para
el tratamiento de la chikungunya, señala el médico.
Manuel Felipe Sierra
Tiene una larga trayectoria como médico y como luchador gremial. En
este sentido, se ha desempeñado como presidente de la Sociedad Médica
del Hospital Domingo Luciani del Llanito y como vicepresidente de la Federación Médica
Venezolana. Ha profundizado en las causas y alcances de la grave situación sanitaria
que vive el país. Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.
— La Federación
Médica Venezolana y otros organismos han planteado que
Venezuela vive una emergencia sanitaria. ¿Sobre qué bases hacen este
planteamiento?
— La base de nuestro
planteamiento es que la prestación del servicio asistencial de salud en
Venezuela está en una situación precaria, de tal magnitud que no es posible que
pueda prestársele atención a un paciente que ingresa con una herida por arma de
fuego, por ejemplo. Yo recuerdo en 2011 que un paciente de los Valles del Tuy sufrió
una herida abdominal por manipular un arma de fuego. A este paciente lo
llevaron al Hospital Simón Bolívar, al Hospital de Cúa, al Hospital de
Charallave, al Hospital Domingo Luciani, al Pérez Carreño, al Hospital Militar,
y al Clínico Universitario donde lamentablemente falleció.
— Parece una historia increíble, una especie de ruleteo de la muerte.
— Lo más insólito y lo más
lamentable es que la prensa nacional de ese día reseñó que Venezuela había sido
reconocida como una potencia petrolera, que nuestro país estaba por encima de
Arabia Saudita. O sea, es como si tuviéramos las riquezas debajo del colchón
pero no hiciéramos nada. Nuestros pacientes se mueren de mengua porque no encuentran
un hospital. Este paciente no pasó ni por uno ni por dos, pasó por siete
hospitales y cuatro de ellos son los hospitales más grandes del país, y en
ninguno pudo ser atendido porque no estaban dadas las condiciones para poder
atenderlo.
— Y ese es sólo un ejemplo conocido, cuántos venezolanos no pasarán por
lo mismo…
— Precisamente, este es un
ejemplo que se conoce porque el dramatismo fue de tal magnitud que
definitivamente tomó la dimensión que debía tomar. Ahora, si vemos a los
pacientes oncológicos o con otras patologías, cualquiera de ellos puede ser un
dibujo exactamente igual. Esto definitivamente es lo que ha llevado a que los
organismos gremiales y nosotros como federación denunciemos la situación de caos,
de crisis y lo pésima que puede ser la atención médica. Los hospitales están
abiertos en este momento por la presencia de los galenos y todos los
componentes del sector salud, pero son un rancho grande donde los doctores no
pueden cumplir con lo más sagrado que es el acto médico en sí para un paciente,
porque no lo pueden atender de manera adecuada y con eficiencia porque no hay
cómo, lo atendemos con las uñas y ya las uñas se nos están acabando también.
— Ese es un aspecto sumamente grave y además, dentro de ese cuadro
también está la fuga de talento médico al exterior y el tema de la falta de
insumos, de medicamentos y del material necesario para atender a los pacientes,
incluso para los tratamientos más sencillos.
— Todo esto viene siendo como un engranaje.
Este régimen ha tratado al médico venezolano muy mal, lo ha humillado, lo ha atropelladlo,
lo descalifica. Al expresidente Hugo Chávez, cuando se le antojaba, los
insultaba. ¿Cuál era el interés o cuál era la filosofía de estos mensajes?
Ahuyentar al médico venezolano para que se frustraran, se desanimaran y
abandonaran los hospitales. ¿Con qué finalidad? Bueno, ya prepararon a un grupo
de médicos (ustedes saben las condiciones y las características de éstos) a
quienes no los prepararon en las universidades donde deben prepararlos. Al principio
dijeron que estos Médicos Integrales Comunitarios (MIC) iban a estar al lado de
la comunidad como integrantes de ella para ayudarla. Pero ahora esos mismos
médicos están siendo llevados para hacer postgrados, o sea los especializan en
Cuba, Uruguay o Argentina, porque aquí en Venezuela tienen que competir y en esa
competencia ellos no salen favorecidos, entonces se los están llevando a otras
latitudes para especializarlos y traerlos ya preparados.
— Pero esa es una situación sumamente grave.
— Sí, es una aberración y es definitivamente lo que crea la frustración,
el abandono y la emigración médica. Por ejemplo, el 60% de los médicos de la
promoción de 2008 de la UCV
se fue del país. ¿Tú sabes el costo que tiene para Venezuela la preparación de
un médico? Esos recursos humanos se están yendo a otros países y son recibidos
con los brazos abiertos.
Epidemias
— Además, la situación se complica con la aparición de estas epidemias,
muchas de las cuales no son nuevas, pero parecen que con todo esto se expanden.
Está por ejemplo el caso del dengue, del cual se registran cifras bastantes
alarmantes…
— Actualmente en Venezuela hay
enfermedades que estaban desaparecidas, o que habían sido aniquiladas o por lo
menos controladas por campañas efectivas, adecuadas, preparadas
científicamente, organizadas estructuralmente y operativamente, que en su
momento contaron con los recursos necesarios. Aquí se eliminó la malaria cuando
se fundó el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social el 1 de marzo de 1936. En
aquel momento la mortalidad suprema era causa de esta enfermedad, que fue
controlada con una campaña que hizo nuestro insigne maestro Arnoldo Gabaldón,
quien preparó a un grupo de personas y logró erradicarla por completo. Ahora, de
un tiempo para acá, está reapareciendo la malaria, eso definitivamente tiene
que llamarnos la atención porque significa que no hay control o que se han
descuidado los controles que habían para frenar esta enfermedad.
— Y no sólo la malaria, también están reapareciendo enfermedades que
habían sido prácticamente erradicadas.
— Sí, de la misma manera, hay
otras enfermedades como el mal de chagas que también había desaparecido, o por
lo menos lo teníamos controlado y está apareciendo nuevamente; el dengue
también estaba controlado y ahora los brotes epidémicos surgen todos los años y
cada año parece competir con el anterior en relación al número de casos, la
incidencia es alarmante. Esta situación genera un cuadro que definitivamente nos
llama a la reflexión y nos permite decir que definitivamente hay una crisis de
salud en todo el país.
Improvisación
— ¿Y cuál ha sido la respuesta del Gobierno frente al brote de estas
enfermedades?
— El Gobierno ha sido muy
ineficiente, muy improvisado, muy incapaz en la resolución de esta situación,
porque se ha acostumbrado a gerenciar por crisis y ello no da buenos
resultados, sobre todo en el área de la salud, donde se tienen que organizar y
detectar, por ejemplo, los brotes de epidemias o de cualquier enfermedad que
pueda existir para que puedas controlar con suficiente antelación todas estas
patologías. De manera que el Gobierno definitivamente ha demostrado toda su
incapacidad y lo que llama la atención es la improvisación permanente con que
se manejan estas situaciones que definitivamente no da los mejores resultados. Por
ello, en el seno de los organismos gremiales, comentamos a diario que hay que
insistir con el Gobierno para que tome cartas en el asunto y dé un vuelco a
esta situación, porque si no lo hace Venezuela va a convertirse en un país enfermo
por los cuatro costados.
— El dengue sabemos que tiene varios años y precisamente anualmente se
realizan campañas para tratar de combatirlo, pero ahora ha aparecido la fiebre chikungunya…
— Esta es una patología de
aparición reciente. Nosotros hasta el mes de mayo no teníamos ningún caso
registrado. En el mes de junio comenzó el primero y posteriormente éstos se
fueron incrementando. Ahora bien, según las recientes declaraciones que hizo la
ministra de Salud, hay 386 casos comprobados,
pero esos son los casos comprobados que supuestamente se les hizo algún
examen de laboratorio donde ellos pudieron demostrar a través de éstos que
definitivamente se trataba de chikungunya, pero entonces tenemos que
multiplicar por muchos casos porque hay pacientes que padecen de ello y no
asisten ni a los centros privados ni a los centros institucionales. Entonces,
esos pacientes no son tabulados, no son computados como pacientes portadores o
con padecimiento de chikungunya. La situación es que en este momento gran parte
del pueblo venezolano está padeciendo esta enfermedad, la cual apareció por
primera vez en Tanzania, en el norte de Mozambique en los años 52 y 55. Ya se
hizo la determinación de la patología en sí y el nombre viene de allá porque es
de la lengua makonde, donde
chikungunya significa “hombre encorvado” y el encorvamiento se debe a la
afectación de las articulaciones, que no permite que el paciente se movilice
correctamente.
— Adicionalmente se ha generado una situación tensa entre el gremio
médico y el Gobierno a partir de lo ocurrido en el Hospital Central de Maracay,
donde el doctor Ángel Sarmiento denunció algunas muertes en circunstancias
bastante raras, lo que provocó una reacción sin duda alguna desmedida por parte
del Ejecutivo. Incluso se realizó una solicitud de enjuiciamiento, hubo una
persecución y se ha hablado de que esto es parte de una “guerra
bacteriológica”, y que ya han solicitado la ayuda de médicos especialistas del
exterior, cubanos en particular, para estudiar esto. Pero uno no se explica qué
pueden hacer estos médicos…
— No creo que los cubanos vengan
a explicarnos qué debemos hacer en cuanto al tratamiento de la chikungunya
porque para ello ya tenemos un protocolo establecido. En relación a controlar
el vector, el Gobierno es quien tiene que fumigar todos los rincones del país
para que pueda controlar esta enfermedad, no perseguir al presidente del Colegio
de Médicos del estado Aragua. El doctor Sarmiento tuvo la valentía de denunciar
la muerte de ocho pacientes (de quienes no se conoce la causa y no se conoce
cómo éstos llegaron a esa situación) cumplió con su cometido, cumplió éticamente
con lo que tenía que hacer, y esto amargó y generó en el Gobierno una respuesta
realmente extrema. Y la persecución continua, el gobernador Tareck El Aissami ha
dado a conocer que seguirá persiguiendo a los médicos.
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