domingo, 5 de octubre de 2014

ABC de la Semana

El ABC de Juan Correa / Vicepresidente de la Federación Médica Venezolana

“Venezuela podría convertirse en un país enfermo por los cuatro costados”

El régimen ha tratado al médico venezolano muy mal, lo ha humillado, lo ha atropellado, lo descalifica. El 60% de los médicos de la promoción de 2008 de la UCV se fue del país. No creo que los cubanos vengan a explicarnos qué debemos hacer para el tratamiento de la chikungunya, señala el médico.

Manuel Felipe Sierra

Tiene una larga trayectoria como médico y como luchador gremial. En este sentido, se ha desempeñado como presidente de la Sociedad Médica del Hospital Domingo Luciani del Llanito y como vicepresidente de la Federación Médica Venezolana. Ha profundizado en las causas y alcances de la grave situación sanitaria que vive el país. Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.

La Federación Médica Venezolana y otros organismos han planteado que Venezuela vive una emergencia sanitaria. ¿Sobre qué bases hacen este planteamiento?
— La base de nuestro planteamiento es que la prestación del servicio asistencial de salud en Venezuela está en una situación precaria, de tal magnitud que no es posible que pueda prestársele atención a un paciente que ingresa con una herida por arma de fuego, por ejemplo. Yo recuerdo en 2011 que un paciente de los Valles del Tuy sufrió una herida abdominal por manipular un arma de fuego. A este paciente lo llevaron al Hospital Simón Bolívar, al Hospital de Cúa, al Hospital de Charallave, al Hospital Domingo Luciani, al Pérez Carreño, al Hospital Militar, y al Clínico Universitario donde lamentablemente falleció.

— Parece una historia increíble, una especie de ruleteo de la muerte.
— Lo más insólito y lo más lamentable es que la prensa nacional de ese día reseñó que Venezuela había sido reconocida como una potencia petrolera, que nuestro país estaba por encima de Arabia Saudita. O sea, es como si tuviéramos las riquezas debajo del colchón pero no hiciéramos nada. Nuestros pacientes se mueren de mengua porque no encuentran un hospital. Este paciente no pasó ni por uno ni por dos, pasó por siete hospitales y cuatro de ellos son los hospitales más grandes del país, y en ninguno pudo ser atendido porque no estaban dadas las condiciones para poder atenderlo.

— Y ese es sólo un ejemplo conocido, cuántos venezolanos no pasarán por lo mismo…
— Precisamente, este es un ejemplo que se conoce porque el dramatismo fue de tal magnitud que definitivamente tomó la dimensión que debía tomar. Ahora, si vemos a los pacientes oncológicos o con otras patologías, cualquiera de ellos puede ser un dibujo exactamente igual. Esto definitivamente es lo que ha llevado a que los organismos gremiales y nosotros como federación denunciemos la situación de caos, de crisis y lo pésima que puede ser la atención médica. Los hospitales están abiertos en este momento por la presencia de los galenos y todos los componentes del sector salud, pero son un rancho grande donde los doctores no pueden cumplir con lo más sagrado que es el acto médico en sí para un paciente, porque no lo pueden atender de manera adecuada y con eficiencia porque no hay cómo, lo atendemos con las uñas y ya las uñas se nos están acabando también.

— Ese es un aspecto sumamente grave y además, dentro de ese cuadro también está la fuga de talento médico al exterior y el tema de la falta de insumos, de medicamentos y del material necesario para atender a los pacientes, incluso para los tratamientos más sencillos.
— Todo esto viene siendo como un engranaje. Este régimen ha tratado al médico venezolano muy mal, lo ha humillado, lo ha atropelladlo, lo descalifica. Al expresidente Hugo Chávez, cuando se le antojaba, los insultaba. ¿Cuál era el interés o cuál era la filosofía de estos mensajes? Ahuyentar al médico venezolano para que se frustraran, se desanimaran y abandonaran los hospitales. ¿Con qué finalidad? Bueno, ya prepararon a un grupo de médicos (ustedes saben las condiciones y las características de éstos) a quienes no los prepararon en las universidades donde deben prepararlos. Al principio dijeron que estos Médicos Integrales Comunitarios (MIC) iban a estar al lado de la comunidad como integrantes de ella para ayudarla. Pero ahora esos mismos médicos están siendo llevados para hacer postgrados, o sea los especializan en Cuba, Uruguay o Argentina, porque aquí en Venezuela tienen que competir y en esa competencia ellos no salen favorecidos, entonces se los están llevando a otras latitudes para especializarlos y traerlos ya preparados.

— Pero esa es una situación sumamente grave.
— Sí, es una aberración y es definitivamente lo que crea la frustración, el abandono y la emigración médica. Por ejemplo, el 60% de los médicos de la promoción de 2008 de la UCV se fue del país. ¿Tú sabes el costo que tiene para Venezuela la preparación de un médico? Esos recursos humanos se están yendo a otros países y son recibidos con los brazos abiertos.
Epidemias

— Además, la situación se complica con la aparición de estas epidemias, muchas de las cuales no son nuevas, pero parecen que con todo esto se expanden. Está por ejemplo el caso del dengue, del cual se registran cifras bastantes alarmantes…
— Actualmente en Venezuela hay enfermedades que estaban desaparecidas, o que habían sido aniquiladas o por lo menos controladas por campañas efectivas, adecuadas, preparadas científicamente, organizadas estructuralmente y operativamente, que en su momento contaron con los recursos necesarios. Aquí se eliminó la malaria cuando se fundó el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social el 1 de marzo de 1936. En aquel momento la mortalidad suprema era causa de esta enfermedad, que fue controlada con una campaña que hizo nuestro insigne maestro Arnoldo Gabaldón, quien preparó a un grupo de personas y logró erradicarla por completo. Ahora, de un tiempo para acá, está reapareciendo la malaria, eso definitivamente tiene que llamarnos la atención porque significa que no hay control o que se han descuidado los controles que habían para frenar esta enfermedad.

— Y no sólo la malaria, también están reapareciendo enfermedades que habían sido prácticamente erradicadas.
— Sí, de la misma manera, hay otras enfermedades como el mal de chagas que también había desaparecido, o por lo menos lo teníamos controlado y está apareciendo nuevamente; el dengue también estaba controlado y ahora los brotes epidémicos surgen todos los años y cada año parece competir con el anterior en relación al número de casos, la incidencia es alarmante. Esta situación genera un cuadro que definitivamente nos llama a la reflexión y nos permite decir que definitivamente hay una crisis de salud en todo el país.

Improvisación

— ¿Y cuál ha sido la respuesta del Gobierno frente al brote de estas enfermedades?
— El Gobierno ha sido muy ineficiente, muy improvisado, muy incapaz en la resolución de esta situación, porque se ha acostumbrado a gerenciar por crisis y ello no da buenos resultados, sobre todo en el área de la salud, donde se tienen que organizar y detectar, por ejemplo, los brotes de epidemias o de cualquier enfermedad que pueda existir para que puedas controlar con suficiente antelación todas estas patologías. De manera que el Gobierno definitivamente ha demostrado toda su incapacidad y lo que llama la atención es la improvisación permanente con que se manejan estas situaciones que definitivamente no da los mejores resultados. Por ello, en el seno de los organismos gremiales, comentamos a diario que hay que insistir con el Gobierno para que tome cartas en el asunto y dé un vuelco a esta situación, porque si no lo hace Venezuela va a convertirse en un país enfermo por los cuatro costados.

— El dengue sabemos que tiene varios años y precisamente anualmente se realizan campañas para tratar de combatirlo, pero ahora ha aparecido la fiebre chikungunya…
— Esta es una patología de aparición reciente. Nosotros hasta el mes de mayo no teníamos ningún caso registrado. En el mes de junio comenzó el primero y posteriormente éstos se fueron incrementando. Ahora bien, según las recientes declaraciones que hizo la ministra de Salud, hay 386 casos comprobados,  pero esos son los casos comprobados que supuestamente se les hizo algún examen de laboratorio donde ellos pudieron demostrar a través de éstos que definitivamente se trataba de chikungunya, pero entonces tenemos que multiplicar por muchos casos porque hay pacientes que padecen de ello y no asisten ni a los centros privados ni a los centros institucionales. Entonces, esos pacientes no son tabulados, no son computados como pacientes portadores o con padecimiento de chikungunya. La situación es que en este momento gran parte del pueblo venezolano está padeciendo esta enfermedad, la cual apareció por primera vez en Tanzania, en el norte de Mozambique en los años 52 y 55. Ya se hizo la determinación de la patología en sí y el nombre viene de allá porque es de la lengua makonde, donde chikungunya significa “hombre encorvado” y el encorvamiento se debe a la afectación de las articulaciones, que no permite que el paciente se movilice correctamente.

— Adicionalmente se ha generado una situación tensa entre el gremio médico y el Gobierno a partir de lo ocurrido en el Hospital Central de Maracay, donde el doctor Ángel Sarmiento denunció algunas muertes en circunstancias bastante raras, lo que provocó una reacción sin duda alguna desmedida por parte del Ejecutivo. Incluso se realizó una solicitud de enjuiciamiento, hubo una persecución y se ha hablado de que esto es parte de una “guerra bacteriológica”, y que ya han solicitado la ayuda de médicos especialistas del exterior, cubanos en particular, para estudiar esto. Pero uno no se explica qué pueden hacer estos médicos…

— No creo que los cubanos vengan a explicarnos qué debemos hacer en cuanto al tratamiento de la chikungunya porque para ello ya tenemos un protocolo establecido. En relación a controlar el vector, el Gobierno es quien tiene que fumigar todos los rincones del país para que pueda controlar esta enfermedad, no perseguir al presidente del Colegio de Médicos del estado Aragua. El doctor Sarmiento tuvo la valentía de denunciar la muerte de ocho pacientes (de quienes no se conoce la causa y no se conoce cómo éstos llegaron a esa situación) cumplió con su cometido, cumplió éticamente con lo que tenía que hacer, y esto amargó y generó en el Gobierno una respuesta realmente extrema. Y la persecución continua, el gobernador Tareck El Aissami ha dado a conocer que seguirá persiguiendo a los médicos. 

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