EL ABC
DE GUSTAVO PANIZ / SECRETARIO JUVENIL DE
“UN NUEVO TIEMPO”
“ES EL
MOMENTO PARA DECIRLE AL PAÍS
QUE EL
GOBIERNO YA NO ES MAYORÍA”
La
futura Asamblea Nacional tiene que ejercerse como una fuerza contralora, como
un contrapeso a un poder absoluto. Con la baja de los precios del petróleo baja
la influencia venezolana en el ámbito internacional. La relación con Estados Unidos
ha sido la “democracia de micrófono”. Es dramática la fuga de cerebros de los
jóvenes y profesionales, señala el analista internacional.
MANUEL
FELIPE SIERRA
Se desempeña como dirigente de
uno de los más importantes partidos de la oposición nacional, y es egresado de
la UCV en Estudios Internacionales con maestría en Derecho y Política
Internacional. Ejerce también como director en la Fundación Democracia Social y
como Secretario Ejecutivo de la Mesa Unidad Democrática Juvenil. Sus opiniones
sobre política exterior son ampliamente conocidas y valoradas en los medios de
comunicación nacionales. Estas son sus reflexiones para los lectores del ABC de
la Semana.
Para
algunos analistas la estrategia internacional del chavismo, que sin duda tuvo
algunos logros inicialmente, como la creación del Alba y un efecto expansivo en
Suramérica ahora da signos de agotamiento. ¿Compartes ese criterio?.
Tenemos que empezar diciendo
que la estrategia exterior de Chávez fue una “petro-politica” basada en los altísimos
precios del barril de petróleo debido a condiciones muy particulares: la
expansión de China, los BRICS, la situación en el Medio Oriente y una creciente
demanda internacional que llevaron el barril de petróleo por encima de los 100 dólares.
Estos precios históricos le permitieron a Chávez firmar convenios muy
favorables con los países de CARICOM y la mayoría de las naciones suramericanas
que acumularon una importante deuda con Venezuela. Ahora con la baja de los
precios del barril de petróleo también baja la influencia venezolana en el
ámbito internacional y además podemos ver en los últimos meses que en la
cuestión de los derechos humanos el régimen se ha aislado por las críticas de
los organismos internacionales. Ello sumado al lenguaje violento de Maduro y la
gestión de una Cancillería poco profesional, hace que la percepción exterior
sobre el gobierno haya caído sensiblemente.
Sin
duda, también hay que tomar en cuenta que ya no existe la personalidad
carismática de Chávez.
Si, por supuesto, Chávez era
un líder muy carismático; se podría decir que él manejaba personalmente las
relaciones internacionales. Pero ahora con un liderazgo tan deficiente como el
de Maduro, además un país sin dinero para repartir es lógico que disminuya esta
influencia en la región y en el mundo.
Pero
también ello tiene que ver con ciertos cambios en el escenario internacional.
Por ejemplo Brasil, que es el aliado más importante en la región está
enfrentado problemas económicos, se han caído las exportaciones de materias
primas de los países suramericanos y también la desaceleración de la economía
china, son factores que complican la estrategia exterior del chavismo.
Ello es así, los países que
conforman el Foro de Sao Paulo y que fueron los grandes aliados de Chávez
enfrentan problemas. El Partido de los Trabajadores de Lula y la Rousseff en
Brasil está sumergido en grandes escándalos de corrupción, y ni hablar de la
Argentina de Cristina Kirchner, que además de la corrupción enfrenta severos
problemas económicos. Hay que sumar también los casos de Bolivia y Ecuador que
tienen en entredicho su condición democrática para vastos sectores nacionales,
y que han originado grandes protestas incluso solicitando la renuncia de los mandatarios.
Todo ellos revela que fueron movimientos que carecieron de convicción
democrática y de certeza económica y que hoy en día sufren fuertes
complicaciones.
A
ellos se suma también la situación de Guyana que podría tener un efecto
desfavorable en los países beneficiarios de Petrocaribe, que son aliados
naturales del gobierno guyanés. Ahora ¿Cómo observas esta nueva fase de la
disputa por el Esequibo complicada por el tema petrolífero?
La veo muy complicada, en
nuestra Cancillería siempre fue uno de los temas principales, como debe ser
todo lo que corresponde a nuestra soberanía, a nuestras delimitaciones
geográficas; son cosas que tienen que asumirse plenamente y que no han debido abandonarse
nunca. En algún momento la estrategia de aplicar un liderazgo mesiánico hizo
que estas políticas de Estado se descartaran y obviamente los países que tienen
sus intereses en las disputas territoriales, movieran sus cartas, movieran su
diplomacia, movieran su fuerza para conseguir el mejor acuerdo posible.
EL ESEQUIBO
¿Cómo
valoras la respuesta del gobierno que apela al Acuerdo de Ginebra de 1966?
Tenemos que respaldarnos en el
Acuerdo de Ginebra donde está bien delimitada la porción de terreno que
sostenemos es nuestra y que viene de la época de la Independencia. Sostenemos
que todo lo que está al oeste del rio Esequibo es nuestro y ello lo
sostendremos hasta el final, por eso sería bueno que el gobierno dejara de
hacer tanta politiquería, dejara la demagogia de micrófono y se pusiese de
verdad a respaldar y defender lo que son los intereses legítimos de los
venezolanos. Estos conflictos deben tratarse con mucha diplomacia, y existen
fórmulas para ese tratamiento, pensamos que el camino que ha tomado hasta ahora
el gobierno es el correcto, tiene que empezar una interlocución entre países,
una intervención de las Naciones Unidas y tenemos que ir muy seguros de
nuestros argumentos y sin miedo a defenderlos en todos los escenarios.
El
reciente restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba debería
tener una repercusión directa en Venezuela, ya que nuestra política exterior ha
estado vinculada a la diplomacia cubana. ¿Cuál puede ser la repercusión de este
“hecho histórico” en el país?
Creo que es un desastre para
la Cancillería venezolana y para un gobierno que se abrazó a un modelo político
fracasado que no tiene que ver con la conciencia y el ideario de los venezolanos.
Cuba se ha manejado de forma muy pragmática, nosotros sabemos que los Castros
se manejan en la forma que les ha permitido mantenerse en el poder por largos
años y si ello obliga a pactar con Estados Unidos, pues pactaran, y si eso
significara romper relaciones también la romperían, y eso es lo que estamos
viendo ahora. Los Castros se aprovecharon de una Venezuela que tenía muchísimos
recursos, que les facilitó muchos convenios, que le facilitó petróleo barato
para poder sobrellevar su desastre interno, y en el momento que vieron que la
situación había cambiado y sintieron que el aire empezó a soplar hacia otro
lado, subieron sus velas y se movieron hacia Estados Unidos.
Pero
esas negociaciones venían de mucho antes de que se estableciera la alianza de
Cuba con Venezuela. La necesidad de normalizar las relaciones entre los dos
países es un planteamiento de muchos años.
Por supuesto, pensamos que es
un gran avance para el pueblo cubano, aunque nos preocupa desde luego lo que
puede ocurrir en Venezuela. Es bueno que esos dos países normalicen sus
relaciones y puedan entrar en la senda del desarrollo y muy pronto también en
la senda democrática. Pienso que los cubanos retrasaron la posibilidad de
normalización para aprovechar y desfalcar el petróleo barato de Venezuela, con
un liderazgo poco consolidado y sin visión de Estado; y ahora que vieron que
ello cambio, van a retomar la política que, como tú dices, ya habían adelantado
desde hace tiempo con Estado Unidos.
¿Qué
desarrollo piensas que va a tener la relación de Venezuela con Estados Unidos?.
Se habla de una nueva etapa o crees que se mantendrá ese ciclo repetitivo entre
crisis y recomposición.
Esta relación con Estados
Unidos ha sido una “democracia de micrófono”, porque hasta ahora el comprador
que hemos tenido, billete sobre billete, de nuestro petróleo ha sido Estados
Unidos, a ellos les interesa el petróleo venezolano y a nosotros nos interesa
vendérselo en la mejor de las condiciones. Han sido los principales compradores
de nuestro petróleo por la fuerza de su economía y nosotros hemos sido históricamente
unos suplidores confiables. Yo creo que más allá de la retórica tonta del
gobierno nosotros debemos pasar a normalizar nuestras relaciones con Estados Unidos
por lo que debe haber una correspondencia entre los intereses de ambos países,
y creo que podemos encontrar a través del comercio internacional del petróleo
las claves para un beneficio mutuo.
Has
mencionado en algunas ocasiones el tema sobre la desprofesionalización del
servicio exterior venezolano.
A mí me toco llevar ese tema
con mucha fuerza mientras estaba en la universidad, estaba en un grupo para
tratar de echar para atrás un montón de modificaciones a la Ley de Servicio Exterior.
Antes el 50% de los embajadores debían ser embajadores de carrera, debían
participar en un concurso para entrar en la Cancillería y había una serie de
pautas y estrategias para que los seleccionados fuesen ocupando puestos de
mayor profesionalización. Hoy en día Chávez derogó todo eso, los embajadores
son escogidos el 100% por el Ejecutivo, no se hacen concursos desde hace muchos
años y todo ellos produce la desprofesionalización, teniendo en cuenta que
muchas personas que ejercen altos cargos no están preparados para cumplir los
objetivos en circunstancias particularmente delicadas. Hoy más que nunca
necesitamos de una Cancillería profesional que responda a las necesidades del
Estado más allá de los intereses particulares de un gobierno, y peor aún de los
intereses particulares de un líder o de un grupo dirigente.
LA
NUEVA AN
Quería
conocer tu opinión como dirigente de Un Nuevo Tiempo en vísperas de la elección
para la Asamblea Nacional que se da en un marco político muy especial, ya que
mucha gente ha visto en ella elección un punto de inflexión en la crisis
política, económica y social que vive el país hoy en día; mas allá de un simple
renovación del poder legislativo.
Yo pienso que esta elección
tiene una trascendencia importantísima,
teniendo en cuenta que hablamos de la Asamblea Nacional, que es donde se reúnen
todas las representaciones de las fuerzas activas del país, partidos políticos,
circunscripciones y estados. Es el momento para decirle al país que el gobierno
ya no es mayoría, y que la mayoría somos nosotros ahora y que vamos a asumir la
representación de todo el país. El segundo aspecto es que la Asamblea tiene que
ejercerse como una fuerza contralora, como un contrapeso al poder absoluto que
ha tenido el gobierno, controlando la Asamblea, el TSJ, CNE, etc. Es allí donde
está el centro del asunto, la Asamblea debe ser un barrera que le diga al poder
ejecutivo “de aquí no pasas”. Ahora los intereses son del pueblo, ahora vamos a
hacer un corte para iniciar un nuevo proceso para desarticular todo un entramado
político e institucional que llevó al país al desastre que vivimos y que desarrollaremos
un proyecto verdaderamente democrático, donde estén incluidos todos los
factores políticos y sociales.
En
la casi totalidad de las encuestas se refleja una caída sostenida en la
valoración del gobierno, y una expectativa de cambio muy importante. Pero ellas
también indican que el mensaje del sector de oposición, es decir de la MUD,
tampoco logra capitalizar totalmente el descontento del elector, y parece que
esa franja intermedia tiende a crecer a costa de la tradicional polarización.
En la oposición nos ha faltado
mucha unidad, mucha coherencia, pero pienso que lo fundamental es que los venezolanos
viven una situación dramática y eso es lo que demuestran las encuestas. Basta
con conversar con cualquier venezolano y nunca faltara el tema de la profunda
crisis que vivimos todos. Con respecto a eso es verdad que a la oposición le ha
faltado muchísimo unirse, llevar unas políticas coordinadas, nos ha costado
muchísimo conformarnos en una verdadera alternativa, pero son obstáculos que
hemos estado superando, creando fórmulas como esta nueva idea de la “Concertación
Unitaria” que va más allá de lo electoral, tenemos ya un Comando de Campaña único
y una tarjeta única y una fracción parlamentaria unitaria que se encargara de
decirle al gobierno “ya basta de tantos abusos”.
En
el marco de tantos problemas hay uno de extrema gravedad por sus efectos
futuros para la cultura y la vida nacional que es el éxodo juvenil y
profesional.
Es dramático, sabemos que 1 millón
600 mil venezolanos están ahora en el exterior buscando oportunidades, huyendo
de un país que sienten que no se las da. Y verdaderamente eso no es fácil,
porque supone el rompimiento de la familia y los grupos sociales; además de la
cantidad de emigrantes venezolanos, más del el 90% son profesionales graduados
de pregrados, postgrado o maestría, ello quiere decir que no solamente desde el
punto de vista familiar, sino que también estamos perdiendo una fuerza de
trabajo y que existe una “fuga de cerebros” lo cual nos va a costar mucho
recomponer. Sin embargo yo pienso que cuando le planteemos al país un vía
viable y le podamos decir que esta crisis terminó, que podemos crear una
Venezuela donde todos estemos incluidos, donde haya futuro, donde haya
esperanza, estos jóvenes y profesionales van a volver y mucho de mis amigos me
lo han dicho así, porque tenemos un patria hermosa y hay que recuperarla
trabajando por ella y en la seguridad que la vamos a “echar para adelante”.
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