“EL RÉGIMEN CHAVISTA
PUDO EVITARSE”, MI ULTIMA
ENTREVSTA CON ENRIQUE TEJERA PARÍS
El 18 de octubre
de 1945 dio lo que los venezolanos queríamos: elecciones universales y
secretas. Las famosas obras de Pérez Jiménez costaron muertes, torturas, prisiones
y exilios. La pérdida del milagro petrolero de los últimos diez años es el
crimen de lesa patria mas grande que se ha visto en el mundo, señala Enrique
Tejera París uno de los fundadores más lúcidos de la democracia venezolana
MANUEL FELIPE SIERRA
Acaba de recibir una nueva distinción académica en Valencia,
ciudad de sus afectos familiares. Esta tarde sale de un conversatorio sobre el
tercer tomo se sus memorias “Dos Golpes y una Transición” (1945-1958) y atiende
una invitación radial. A los 90 años se
mantiene activo como profesor de Derecho Constitucional de la UCV y conferenciante en
universidades del exterior. Pocos venezolanos como él tuvieron la oportunidad
de desempeñar posiciones claves en la construcción de la Venezuela democrática. Ahora
deja algunas reflexiones, que también son lecciones para los lectores de ABC de
la Semana.
Ya se han publicado tres
tomos de sus memorias. Ellas son un compendio de la más reciente historia
venezolana. Usted se inicia en la política a la muerte de Juan Vicente Gómez y
participa en las primeras protestas democráticas. ¿Por qué no fue posible
entonces prolongar por más tiempo la expectativa generada por el nacimiento de
los primeros partidos modernos y el movimiento estudiantil y se dio paso a la etapa
represiva del lopezcontrerismo de 1937?
Realmente lo que dijo Picón Salas es acertado:
Venezuela entró al siglo XX en 1936. El contraste entre la dictadura de Gómez y
el gobierno del general López Contreras fue históricamente excepcional. En 1936
comenzó un efectivo respeto a los derechos humanos, manifestado en una renovada
Sanidad y en la Ley
del Trabajo. ¿Por qué no fue posible prolongar la expectativa? pregunta usted.
Yo diría porque el crecimiento-moda del fascismo acentuado por el comienzo de la Guerra de España realmente
quebró el proceso democrático a mediados de 1936 y, de liberal, el gobierno de
López Contreras se volteó a la derecha. Pero cuando en febrero de 1958 fuimos
Leoni, Dubuc y yo a visitar a López en su casa, Leoni rompió el silencio
diciendo: “general, aquí estamos tres antiguos presos suyos que vinimos a
reconocer el valor de su carta…”. “Sí”, respondió López: “ustedes vienen aquí
porque yo los traté con respeto, con consideración y yo los recibo a ustedes de
quien fui también tratado con menos respeto pero que pasado el tiempo entendí
las circunstancias”.
El 18 de octubre de 1945
marca una ruptura histórica. ¿Golpe de estado o revolución? ¿Era posible
prolongar por más tiempo la transición post-gomecista? ¿Cómo valora el trienio de
la Junta Revolucionaria
y el corto mandato de Rómulo Gallegos?
A los dos días se volvió un marcado golpe de Estado;
pero en virtud del apoyo que recibió y de sus claros y bien cumplidos objetivos
políticos dio a Venezuela lo que los venezolanos queríamos: elecciones
universales y secretas, sistema electoral respetable y eficiente. Además, el
gobierno era sensatamente revolucionario, eficaz en la administración y de
prístina honestidad. La “transición post-gomecista” ya venía rompiéndose
visiblemente con la buena administración del general Medina. Él –y Venezuela-
fuimos víctimas de mala suerte por enfermarse Escalante, y “escoger” al doctor
Biaggini para reemplazarlo. (¡Los presidentes nombraban a su sucesor!)
Biaggini, hombre bueno, hubiera hecho lo mismo que Escalante, pero ya los
venezolanos no soportaban la falta de la elección directa del presidente.
A la caída de Gallegos se
abrió la llamada “dictablanda” y también una recia y dura resistencia por parte
de la dirigencia de Acción Democrática y la brutal represión de la Seguridad Nacional.
En sus memorias habla de aquella época.
Sí, es cierto. En mi último libro “Dos Golpes y una Transición” que comprende los años 1945-1958 me
refiero a ello. En épocas como aquella, que ojalá jamás se repitan, quizá la
experiencia más inesperada es la simultaneidad de dos vidas, una pública, por
decir así, y la otra conectada con la clandestinidad que produce no sólo
peligros, sino además para el dirigente “enconchado” la sensación de estar en
otro mundo, tan peligrosa como la de los buceadores. De allí que esos héroes de
la clandestinidad tiendan a cometer imprudencias, en el deseo de sentirse en la
vida normal de la ciudad. Con esta cuentan las policías políticas; con eso y
con la denuncias. La Seguridad Nacional
no era en realidad una policía eficaz. Desde que su director fue Estrada, se
volvió cruel, torturaba, pero se basaba poco en habilidad y técnicas
profesionales, como pudimos comprobarlo en 1957.
¿Puede hablarse o no de
“dictablanda”?
Vistos de lejos los nueve años de dictadura, los tres
primeros han sido calificados de “dictablanda”, particularmente por los que ni
estuvieron presos ni fueron perseguidos. De los presos soltaron inicialmente a
los pocos meses a casi todos pero exilándolos. Pero reingresaron
clandestinamente, como habrían de hacerlo otros a medida que recibían órdenes
de regresar. Apenas uno que otro se negó a volver con buenos o mediocres
pretextos. Acción Democrática continuó combatiendo diariamente, sin descanso.
“No fue creada por Decreto”, declaró Andrés Eloy Blanco aludiendo al Decreto de
la Junta
disolviéndola.
Usted comentaba sobre lo
que significó la enfermedad de Escalante como obstáculo para encontrar la
democracia en 1945, pero en 1950 el asesinato del presidente de la Junta comandante Carlos
Delgado Chalbaud según algunos testimonios también frustró la posibilidad de
reencontrar la democracia e impedir la dictadura de Pérez Jiménez
Mientras estuvo vivo y presidiendo Carlos Delgado
Chalbaud, parecía que este inteligente militar quería lavar su traición a
Rómulo Gallegos, su viejo amigo y protector, con un intento de regreso a
elecciones libres y a una democracia controlada, pero sin llegar a la
“Dictadura del Bien”, como todavía clamaban figurones sobrevivientes de las
contiendas del siglo XIX. El asesinato de Delgado es bastante cierto que fue
accidental. Toda la actuación investigativa y judicial fue publicada en un
grueso volumen. Un abogado dijo que quien leía aquello no podía sino sacar una
conclusión: la orden de detención contra Pérez Jiménez… que con el asesinato de
Delgado quedaba, de hecho, como tirano absoluto.
¿Y el asesinato de Rafael
Simón Urbina?
En todo caso, lo que no fue accidental fue el
asesinato del secuestrador contratado, el connotado conspirador contra Gómez,
Rafael Simón Urbina. Este personaje singular había, entre otras cosas, tomado la Isla de Curazao en 1929 como
paso previo a una invasión a Venezuela. A tal efecto secuestraron un vapor
estadounidense de pasajeros, que desembarcó en Coro a las dos decenas de
revolucionarios; uno de ellos, mi tío Gustavo Tejera, como había cursado un par
de años en la Escuela Naval ,
fue el encargado de dirigir el buque en el cual, de paso, se habían llevado al
gobernador holandés. El escándalo mundial fue mayúsculo, los expedicionarios
terminaron presos y engrillados y Urbina
hubiera quedado más bien en la historia; pero el destino quiso que más bien
quedara como contratado para secuestrar a Delgado Chalbaud y meterlo en un avión
para desterrarlo. En el proceso sus cómplices mataron a Delgado.
PÉREZ JIMÉNEZ Y SUS OBRAS
¿La dictadura de Marcos
Pérez Jiménez era inevitable? ¿Coincide con algunos historiadores que esa etapa
marca la verdadera modernización de Venezuela en el plano económico y en
materia de obras públicas?
La dictadura de Pérez Jiménez hubiera sido
perfectamente evitable. Pérez continuó e hizo obras pero conviene anotar que al
terminar el tercer año de gobierno de Betancourt, este gobierno en tres años
había realizado más obras (en volumen y precio) que en diez años de dictadura.
Hay un libro del ingeniero Curiel que lo demuestra. Las famosas obras de Pérez
Jiménez no sólo costaron sobreprecios sino muertes, torturas, prisiones y
exilios.
¿En què etapas dividiría la
experiencia democrática de 40 años? Betancourt, Leoni y Caldera la
consolidación; el primer gobierno de CAP la pérdida del rumbo; Luis Herrera y
Lusinchi el comienzo de la caída; las reelecciones Pérez II y Caldera II una
estocada final al sistema.
La historia se ríe de los períodos. La historia, no
olvidemos, es de gente. El progreso viene cuando la cultura, los servicios y la
infraestructura crecen anualmente mucho más que la población. Si ahora no hay
agua y electricidad es porque esos servicios no crecieron un 10 por ciento cada
año como venían haciéndolo desde 1958. La población en ese año crecía al 3,5
por ciento y ahora al 2 por ciento. Pero los déficits de mantenimiento,
servicios e infraestructuras han crecido mucho más. Reparar el daño de los once
años costará entre tres y ocho años, pues competimos con China en la compra de
turbinas y generadores y bombas (el agua de Caracas es bombeada). Un futuro
buen gobierno pudiera construir otro Guri pero las turbinas para otra planta “Raúl
Leoni” habría que encargarlas con más años de anticipación.
LAS TRANSICIONES HAN SIDO
PACÍFICAS
¿Considera que el régimen
chavista en este sentido era inevitable? ¿Un cambio social y político? ¿Una
costosa regresión histórica? ¿Tiene viabilidad una experiencia de este tipo en
el mundo de hoy?
El régimen chavista, dos veces pudo evitarse. La
primera, sino hubiera dominado la campaña antipartidos y la confabulación que
erigió al comandante Chávez en candidato “que pondría orden” y, además “que se
deja aconsejar” por lo que lo pusieron por agradecimiento. La segunda, cuando
obtuvieron su renuncia y escogieron al doctor Carmona para transicionar.
Para superar la presente
situación, ¿què ruta prevé: un gobierno de transición? ¿Cree que habrá
alternancia no traumática? ¿Una etapa de violencia impredecible?
Por supuesto que sí, la transición. Todas las
“transiciones” en Venezuela han sido pacíficas, no traumáticas. Los venezolanos
aceptamos esos cambios con calma y esperanza, como en 1908, 1936, 1945, 1958…
Venezuela en el contexto
internacional: ¿tiene futuro la estrategia de expansión del socialismo del
siglo XXI? ¿Hasta dónde la fortaleza energética venezolana? ¿Qué futuro avizora
para la democracia en América Latina?
El crecimiento de la democracia es inevitable. La
tendencia o curva regular lo va demostrando.
El petróleo: ¿la salvación
económica o la perdición política y moral? ¿Hasta cuándo el “dios de los
borrachos” cuidará a los venezolanos?
La renta petrolera en 1958 se repartía entre diez
millones de habitantes. Hoy somos casi treinta. La pérdida del milagro
petrolero de los últimos diez años es el crimen de lesa patria más grande que
se ha visto en el mundo después de los
desastres de la segunda guerra mundial. ¡Esa herencia, ese milagro se botó!
Pero la renta petrolera ordinaria seguirá importantísima pero desvaneciéndose
hasta 2120 o 30.
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