¿PARA QUÉ SE DIALOGA?
Por primera vez voceros del
gobierno y de la MUD admitieron haber tenido contactos en procura de
conversaciones para abordar la crisis del país. Se trataría de un avance en la gestión que
adelantan los ex mandatarios Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martin
Torrijos a nombre de la UNASUR para encontrar zonas de coincidencia entre ambos
actores en disputa.
Definir el temario en estos casos
siempre es una piedra de tranca y más aun en el caso venezolano donde existe una materia
urgente e inmediata (mas allá de los interés de cada sector por respetables que
ellos sean) que es la crisis multifactorial que vive el país y cómo afrontarla
de manera conjunta y en función de los intereses de la mayoría. En este caso no se trata de
desencuentros políticos frecuentes y
rutinarios en escenarios de confrontación sino, de fijar criterios y definir
acciones ante exigencias como la lucha contra la inflación-especulación, el
desabastecimiento, el desbordamiento de la violencia criminal y el acelerado
deterioro de la calidad de vida de la
población.
La magnitud y los alcances de la
crisis venezolana, si bien es cierto que la principal responsabilidad para
abordarla corresponde al gobierno, exige sin embargo de un compromiso conjunto, sostenido y viable
de los partidos políticos, de las principales instituciones nacionales, de los
sectores empresariales, sindicales, de las universidades y de las más diversas
expresiones de la sociedad civil, cuya contribución más que necesaria es
apremiante en las actuales circunstancias. Es comprensible que tanto el
gobierno como la MUD privilegien aquellos temas que convienen a sus propios
intereses y estrategias. Ello es lógico y forma parte de cualquier esfuerzo de
arreglo o acuerdo pero en este caso ello no bastaría y más bien un
comportamiento semejante seria cuando menos mezquino.
Cualquier iniciativa o proceso de
conversaciones, de coincidencias y de arreglos entre las partes, debería tener
como objetivo principal e insustituible la fijación de políticas concretas para
atender una crisis y sus graves
consecuencias que afectan a la mayoría de los venezolanos. Lo demás seria jugar
con la esperanza colectiva
No hay comentarios:
Publicar un comentario