CRÓNICA:
HEMINGWAY EN CARACAS
Ernest Hemingway
visita Caracas en enero de 1956 invitado por la
Embajada de
Estados Unidos y la
Asociación de
Escritores. A su llegada fue entrevistado por el periodista Carlos Dorante de El Nacional quien traza un perfil: “Hemingway
parece un levantador de pesas, su andar de marinero, de atleta, su fortaleza
que no cede a los 60 años que transita, llama forzosamente la atención en todas
partes” No era extraño: la lucha libre era el espectáculo más popular de
Caracas en esa época y algunos luchadores reconocidos como ídolos. Una dama
elegante se le acercó en la librería “Suma” de Sabana Grande, lo miró fijamente
y le preguntó: “perdóneme, ¡Se parece usted tanto a Ernest Hemingway! Y éste
contestó ¿A quién?, bueno cualquiera que sea debe ser un pobre diablo si se
parece a mí”. Cuenta
Dorante que Hemingway como amante de los deportes y de la tauromaquia dijo
admirar a Alfonso Carrasquel (entonces en el cénit de la
Grandes Ligas )
y a César Girón “a quien aplaudí a rabiar en Sevilla”. Elusivo para
opinar sobre temas literarios dijo que éste era un lujo en estos momentos. ¿Y
de sus novelas?, pregunta el reportero: “Me gustan todos mis libros y para eso
los firmé” ¿Cuándo volverá a publicar? “Publicaré mi próximo libro cuando
vuelva a tener hambre”. Dorante remata ¿Admira algún escritor en especial? “Si,
al que escribió La
Biblia , parece que tenía talento,
¿verdad?” El 22 de julio de 1961 Hemingway se disparó a sí mismo con una escopeta
en su rancho en Ketchum Idaho. Según su biografía, “se presume que una posible
causa fue la enfermedad de alzheimer que le fue diagnosticada un poco antes,
así como su marcado carácter depresivo y su alcoholismo”.
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