ANÁLISIS
20 - M: UNA CAMPAÑA INÉDITA
La campaña
electoral que comenzó el domingo 22 y que culminará con la consulta
presidencial del 20 de mayo, es un proceso con características y diferencias a
las jornadas anteriores en un país que desde 1958 hasta el presente ha
desarrollado una importante cultura electoral:
1) Por primera
vez se adelanta el proceso de votaciones para la escogencia de un mandatario
que deberá asumir en febrero de 2019, ya que tradicionalmente las elecciones se
convocaban al término del período por lo que en este caso debieron realizarse
en el mes de diciembre o por vía excepcional, en octubre tomando en cuenta que
en esa fecha fue reelecto Hugo Chávez en el 2012 y cuyo mandato fue asumido por
Nicolás Maduro en abril de 2013. El adelanto no resultó caprichoso y obedeció a
las graves circunstancias políticas de 2016 y 2017 que obligaba a salidas urgentes
como el adelanto de elecciones generales planteadas por la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) y en los diálogos y negociaciones con mediadores internacionales.
2) Un sector mayoritario de la oposición
(representado en la MUD de acuerdo a los últimos resultados) no participará en
la contienda, apela a la abstención y desafía la solida tradición del voto,
abriendo paso a la conformación de un bloque integrado por Avanzada Progresista,
Movimiento Al Socialismo (MAS), Movimiento Ecológico y un sector de Copei.
3) Por vez
primera también la convocatoria fue formulada por la Asamblea Nacional
Constituyente tal como lo hizo con las votaciones de gobernadores y alcaldes si
bien la instrumentación y el control del proceso estará bajo la responsabilidad
del Consejo Nacional Electoral (CNE) y también es la primera oportunidad en la
cual instancias internacionales y gobiernos que mantienen relaciones con el país
han argumentado la ilegalidad del proceso sin que éste se haya realizado y el
cual habrá de contar además con acompañantes extranjeros.
4) Las
elecciones se realizarán en un marco excepcional donde no sólo influye la clásica
relación gobierno – oposición sino decisivamente una crisis de hiperinflación
que hasta ahora no ha tenido respuestas y que cada día se complica con mayor
desabastecimiento, escasez, caída de los servicios públicos (electricidad, agua,
etc) deterioro de Pdvsa que más que una empresa del Estado, según algunos
historiadores es comparable con la Compañía Guipuzcoana en tiempos de la Colonia;
y por añadidura con una masiva fuga de venezolanos en proporciones que representan alarma en los
países vecinos y la atención de los organismos de auxilio humanitario.
REELECCIÓN
5) El “Gran
Polo Patriótico” cuyo eje principal es el PSUV ha propuesto a Nicolás Maduro
para la reelección tal como ocurrió con Hugo Chávez en tres oportunidades. Con
un contexto de opinión desfavorable (las encuestas registran entre 70 y 80 por
ciento de descontento) sus posibilidades de victoria radican en una estructura
partidista sólida y activada frente a opciones opositoras fracturadas y ganadas
por el escepticismo. Pero fundamentalmente cuenta con el ventajismo
institucional que pasa por el control de los poderes (salvo la Asamblea
Nacional ahora despojada de sus funciones por la Asamblea Constituyente) el
cual a lo largo de 16 años ha contribuido a configurar la hegemonía chavista
ahora madurista sobre la base de la “Revolución Bolivariana” o “Socialismo del
Siglo XXI”. Si bien la fortaleza inicial del régimen contó con el apoyo de las
famosas misiones sociales durante el quinquenio madurista se ha complementado
con la asistencia directa a las personas (carnet de la patria, Clap, hogares de
la patria etc.) que en tiempo de apremios y escasez económico como el presente
cobran mayor eficacia y comprometen más aún a los beneficiarios.
¿UNIDAD OPOSITORA?
6) El candidato
opositor Henri Falcón en teoría contaría con una amplia ventaja para obtener la
victoria el 20 - M si como ocurría en la alternancia bipartidista (AD – COPEI) existiera
y contara con la fortaleza del llamado “voto castigo”. Para el observador más
desprevenido resulta evidente el triunfo de un candidato que propicie el cambio de la actual
situación. De hecho en la casi totalidad de las encuestas el ex gobernador de
Lara supera a Maduro por entre 10 y 20 puntos con un estimado de abstención del
cincuenta por ciento; sin embargo sus posibilidades finales estarán asociadas a
que se active la participación de los demás militantes opositores y el amplio
segmento de independientes que suelen esconderse en la categoría de indecisos.
En la misma dirección deberían tener éxito sus esfuerzos para incorporar a
otros partidos que reforzarían la vigilancia de las auditorías, la presencia en
los centros y mesas de votación y la revisión de las actas durante los
escrutinios. Como sabe, las recurrentes denuncias sobre faltas, maniobras y
prácticas fraudulentas que se hacen durante las votaciones se refieren al
manejo final del número de electores y no como lo que en el pasado se conocía
como el “robo de votos” en las mesas.
SOPA Y EVANGELIO
7) Javier
Bertucci es el aspirante por el Movimiento “Esperanza para el Cambio” y sin
apoyo de las plataformas tradicionales realiza una campaña vistosa y centrada
en los sectores populares de todo el país. Sus concentraciones comienzan
sirviendo una sopa como almuerzo a los asistentes lo cual habría venido
haciendo desde hace diez años sin interés electoral y suele manejar un discurso
sin definiciones ideológicas pero asociado a los problemas concretos de cada
sector; es además pastor de la Iglesia Evangélica Maranatha lo cual ofrece de
hecho una interesante audiencia a su discurso. Por supuesto de obtener una
significativa votación lo haría a costa de electores potencialmente partidarios
de Falcón aunque no se descarta que en los próximos días sume su caudal a favor
de éste.
De esta manera
dentro de 21 días los venezolanos tendrán la oportunidad de ejercer la ya vieja
costumbre del voto en un escenario inédito y cuyos resultados, a diferencia del
pasado, definirán no solamente el rumbo de un gobierno sino el propio destino
de Venezuela.
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