martes, 3 de julio de 2018


EL VOTO: UNA ADICCIÓN VENEZOLANA

La muerte de Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935, según la conocida frase de Mariano Picón Salas, significo el tardío ingreso “de Venezuela al siglo XX” y con ello el comienzo de la discusión de ideas, el debate programático, la aproximación a los temas que gravitaban en el escenario internacional y la organización de los modernos partidos. Desde 1917 la Revolución Bolchevique en Rusia, las secuelas de la Primera Guerra Mundial, la expansión del fascismo en Italia, la reciente insurgencia del nazismo en Alemania y Austria; la ya inevitable guerra civil en España; la ardorosa disputa ideológica francesa; las luchas antidictatoriales en Cuba encabezadas por sindicatos y grupos estudiantiles influidos por el anarquismo; los gobiernos nacionalistas herederos de la revolución mejicana; las tensiones territoriales en Suramérica; y la cercana pelea de liberales y conservadores en Colombia, entre otros hechos, dibujaban entonces el mapa geopolítico.

La desaparición del dictador- luego de 27 años de paz de los sepulcros- abría una transición inédita y guiada por la incertidumbre cuyo manejo, como anunciaba el presidente sucesor general Eleazar López Contreras, exigía de “calma y cordura”.  El gomecismo permanecía intacto y su desplazamiento del poder no había sido producto de una invasión victoriosa ni de un imprevisto golpe de estado, sino de un episodio perfectamente previsible. Del exilio y de la cárcel surgían varios proyectos políticos y los viejos luchadores veían la hora de ajustar cuentas; mientras los jóvenes exiliados y sobrevivientes de los infiernos de La Rotunda y el Castillo Libertador apostaban a la democracia todavía desde un plano teórico y nebuloso.

CALMA Y CORDURA

La fuerza social que se disputaba la hegemonía del escenario post-gomecista  entra en juego  a través de los partidos. Se constituye la Unión Nacional Republicana (UNR) con una oferta liberal, promovida por Martin Pérez Guevara, Nicomedes Zuloaga, Enrique Tejera y Mario García Arocha, y a los días se constituye la Organización Venezolana (ORVE) en la cual confluyen los promotores de la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) fundada a propósito del “Plan de Barranquilla” en el exilio colombiano en 1931 encabezado por Rómulo Betancourt y que luego daría paso al Partido Democrático Nacional (PDN), génesis de Acción Democrática (AD). Gustavo Machado y Salvador de la Plaza promueven el Partido Republicano Progresista (PRP) que retoma los planteamientos del PRV en el exilio mexicano fundado en 1927; en Maracaibo se crea el Bloque Nacional Democrático (BND) dirigido por Isidro Valles, Valmore Rodríguez, Olga Luzardo y Aníbal Mestre Fuenmayor para darle forma organizativa al movimiento obrero petrolero en conexión con el Partido Comunista Venezolano (PCV) clandestino creado en 1931 por Juan Bautista Fuenmayor, Kotepa Delgado, los hermanos Aurelio y Mariano Fortoul   y el norteamericano Joseph Konfeder.

El nacimiento de organizaciones con orientación de izquierda, comúnmente consideradas en la época de “comunistas”, estimula la aparición de organizaciones definidas también como derecha. Los viejos caudillos promueven el Gran Partido Liberal (GPL) encabezado por el general JM Ortega Martínez; surge el Partido Liberal Amarillo Histórico (PLAH) para rescatar las consignas del liberalismo decimonónico que lideran Fernando Márquez, Luis Barbieri y Filemón Núñez Ponte mientras que la intensa actividad de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) conducida por Jóvito Villalba también con sesgo de izquierda provoca el deslinde con un sector que invoca una conducta distinta frente al gobierno y estimulado por el conflicto civil español. Nace entonces la Unión Nacional Estudiantil (UNE) encabezada por Rafael Caldera, Lorenzo Fernández, Tomás Henrique Carrillo Batalla que también advierte sobre el peligro del comunismo; y con el estimulo directo de López Contreras se organiza la Liga de Defensa Nacional (LDN) que convoca a luchar contra “el dragón comunista” dirigida por José Izquierdo, los generales Juan Bautista Araujo, Víctor Manuel Baptista, Domingo Monagas, Pedro Ducharne y el joven Rafael Caldera. En paralelo se constituye el Partido Nacionalista (PARNAC) que hace causa común con la Liga de Defensa Nacional (LDN) promovida por Pedro José Rojas, Feliciano Pacanins, el general y doctor Roberto Vargas y Ramón David León editorialista del diario La Esfera y que se proponen capitalizar la emoción popular que logró despertar años atrás el famoso “Mocho” Hernández. La aparición de estos partidos introdujo una modificación significativa en una correlación de fuerzas que hasta ese momento era desfavorable para el gobierno y posteriormente la huelga petrolera en diciembre de 1936 que paralizó la producción energética, además de la constante agitación callejera facilitaron la aprobación de una reforma constitucional que mantuvo el represivo Inciso 6 del Artículo 32 del texto gomecista que establecía la prohibición de cualquier propaganda encaminada a subvertir el orden político y social de la nación las cuales se consideraban contrarias a la independencia, a la forma política y la paz social de la nación tales como las doctrinas comunistas y anarquistas, razón por la cual  quienes las proclamen o practiquen serán considerados como traidores a la patria y castigados conforme a las leyes. López Contreras en marzo de 1937 temiendo nuevas acciones populares decreta gracias al mencionado artículo “la expulsión del territorio venezolano por el término de un año por estar afiliados a la doctrina comunista y por ser perjudiciales para el orden público” a 45 dirigentes de las nuevas formaciones políticas con lo cual termina en la práctica “la luna de miel democrática”  y el mandatario logra la estabilización del gobierno hasta el final de su periodo.

EL TIEMPO DE MEDINA               

En 1941 Isaías Medina Angarita es electo por la mayoría lopecista en el Congreso Nacional para un nuevo período. En septiembre de ese año es legalizado el partido Acción Democrática (AD) derivación del ilegal PDN, y ahora curiosamente sin la firma de su ideólogo y líder Rómulo Betancourt, quien era objeto de sanción por el polémico Inciso 6. El partido ya había propuesto para la escogencia presidencial frente a Medina la “postulación simbólica” del novelista Rómulo Gallegos y desarrollaba una intensa labor organizativa en sectores obreros, campesinos y en las principales ciudades del interior enfatizando la lucha contra el atraso, la discriminación política y la desigualdad social. El PCV, permanecía proscrito pero actuaba a través de las fachadas de Unión Popular (UP) y Unión Municipal (UM), pese a mantener un tácito apoyo al gobierno; y lo mismo ocurría con Acción Nacional (AN)  y Acción Electoral (AE) derivaciones de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) con el liderazgo de Rafael Caldera. Al mismo tiempo el gobierno decidió organizar Partidarios de las Políticas del Gobierno (PPG) que a los meses pasó a llamarse Partido Democrático Venezolano (PDV), de corte conservador y que agrupó a la llamada “ala luminosa” de la intelectualidad nacional. Medina, eliminó  el Inciso 6 del Artículo 32 de la constitución y el comunismo rescató las siglas fundadoras del PCV; y también los seguidores del expresidente López Contreras promueven las Agrupaciones Cívicas Bolivarianas (ACB) en la línea de trabajar para un eventual regreso de éste a la Presidencia de la República. 

LA REVOLUCIÓN ELECTORAL    

El 18 de octubre de 1945 es derrocado Isaías Medina Angarita por una acción militar de la alta dirigencia de Acción Democrática (AD), con los jóvenes oficiales de la Unión Patriótica Militar  (UPM) y se conforma la Junta Revolucionaria de Gobiernos presidida por Betancourt. Se inicia un proceso de cambio político y económico con la aprobación de una nueva constitución que consagra el voto directo, universal y secreto de las mujeres y analfabetos para satisfacer una vieja aspiración de la sociedad democrática. En el lapso de tres años se legaliza 13 partidos, entre ellos, las organizaciones que habrían de protagonizar la confrontación política a lo largo de los siguientes 70 años. Se funda el Partido Socialista Venezolano (PSV) de José Rojas Contreras que permaneció activo durante 15 años; el 13 de enero de 1946 se crea el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) que reúne organizaciones regionales de tendencia conservadora y vinculadas a la iglesia católica en los estados andinos y en el estado Falcón como el Comité Electoral Falconiano (CEF) del polémico periodista Germán Borregales, además de la militancia de los grupos dirigidos por Caldera y que con los años asumirá la definición social-cristiana, siendo su primer presidente Pedro del Corral y como secretario general José Antonio Pérez Díaz y ya en las elecciones presidenciales de 1947, Rafael Caldera se hará el abanderado de la “tarjeta verde” frente al candidato oficialista Rómulo Gallegos y la propuesta simbólica de Gustavo Machado del PCV. El 18 de diciembre de 1945 se anuncia la creación de Unión Republicana Democrática (URD), con un planteamiento liberal-progresista y que recoge sectores del medinismo, encabezado por Isaac J. Pardo y Elías Toro, y a los pocos meses se incorpora Jóvito Villalba, consagrado orador y el político de mayor reconocimiento en el post-gomecismo quien habrá de ser su máximo líder. El PCV, recuperada su legalidad unifica las tendencias internas y participa en las elecciones para la asamblea constituyente y la escogencia presidencia de 1947, aunque al tiempo sufre el desprendimiento del Partido Revolucionario del Proletariado (PRP) de los llamados “comunistas negros” bajo la jefatura de Luís Miquilena.      

SILENCIO DICTATORIAL

El derrocamiento de Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948 abre paso a los gobiernos militares que conducen a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, AD es ilegalizada y el PCV también en 1950, luego de otra huelga petrolera permaneciendo en una precaria legalidad URD y COPEI que habrían de participar en la elección del 30 de noviembre de 1952 para una asamblea constituyente junto al Frente Electoral Independiente (FEI) creado en 1951 para la candidatura de Pérez Jiménez en una posible consulta presidencial, y en este caso junto  al Partido Unión Nacional (PUN) y otras organizaciones regionales que servían de plataforma para los candidatos oficialistas, y calificado por Edecio Larriva Araujo despectivamente como “un muñeco de trapo”.

REGRESA EL DEBATE

Después de cinco años de silencio con la caída de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958 se abrió el período democrático con el ejercicio de las libertades públicas como un escenario propicio para el nacimiento, desarrollo y también desaparición de los partidos. Regresa AD, COPEI, URD y PCV y rápidamente se suman Integración Republicana (IR) de Martín Vegas y el Movimiento Electoral Nacional Independiente (MENI) de Vicente Emilio Oropeza en la elección que ganó Rómulo Betancourt. Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Domingo Alberto Rangel y AD-oposición y Partido Revolucionario Nacionalista (PRN) de Raúl Ramos Jiménez y el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) de Luís Beltrán Prieto Figueroa surgen al tiempo como divisiones adecas. El Frente Nacional Democrático (FND) de Arturo Uslar Pietri; Fuerza Democrática Popular (FDP) de Jorge Dáger y Wolfgang Larrazábal; El Movimiento de Acción Nacional (MAN) de Germán Borregales; Opinión Nacional (OPINA) de Amado Cornielles; Partido Revolucionario de Integración Nacionalista (PRIN) de Raúl Ramos Jiménez; Domingo Alberto Rangel y José Vicente Rangel; Vanguardia Popular Nacionalista (VPN) de José Herrera Oropeza; Movimiento Democrático Independiente (MDI) de Alirio Ugarte Pelayo y el Movimiento Renovación Nacional (MORENA) de Leonardo Montiel Ortega aparecen como escisiones de URD.

El PCV tampoco escapó a los desprendimientos tales como: Movimiento al Socialismo (MAS) de Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez; Vanguardia Comunista (VC) de Guillermo García Ponce y Causa Radical (LCR) de Alfredo Maneiro, y en COPEI el Grupo de Acción Revolucionario (GAR) de Rafael Iribarren; Convergencia de Juan José Caldera y Biaggio Pilieri, Proyecto Venezuela (PRVZL)  de Henrique Salas Römer y de alguna manera Primero Justica (PJ) de Julio Borges nacen de la matriz demócrata-cristiana.

En 1968, a partir de la votación obtenida por la Cruzada Cívica Nacionalista (CCN) de Rómulo Moncada y Luís Damiani en apoyo a la candidatura de Marcos Pérez Jiménez surgieron varias organizaciones como: Frente Nacional Integracionista (PNI) de Luís Llovera Páez y Frente Unido Nacionalista (FUN) de Alejandro Gómez Silva.   

QUINTA REPÚBLICA

Desde diciembre de 1998, Venezuela vive la etapa de la revolución bolivariana o el socialismo del siglo XXI y naturalmente se han operado cambios en la conformación de los partidos, Hugo Chávez hizo su campaña apuntalado en Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) y con el apoyo de un alianza conformada por: Movimiento V República (MVR);  Movimiento al Socialismo (MAS); Patria Para Todos (PPT); Partido Comunista de Venezuela (PCV); Independientes por la Comunidad Nacional (IPCN); Gente Emergente (GE); Movimiento Electoral del Pueblo (MEP); Solidaridad Impediente (SI) y Acción Agropecuaria (AA).  En el 2007, el principal partido oficialista cambia su nombre a Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y se constituye el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar con las formaciones que lo apoyan. En la oposición en los últimos años se han registrado cambios importantes con la aparición de Primero Justicia (PJ) con dirigentes jóvenes, algunos provenientes de COPEI bajo la dirección de Julio Borges y Henrique Capriles Radonski; Un Nuevo Tiempo (UNT) formalizado en el Zulia y conducido por Manuel Rosales; Alianza Bravo Pueblo (ABP) disidencia de AD con Antonio Ledezma;  Voluntad Popular (VP) de Leopoldo López; Avanzada Progresista (AP) con su base en Lara y liderada por Henri Falcón; Partido Unión y Entendimiento (PUENTE) de Hiram Gaviria y Vente Venezuela (VV) de María Corina Machado.

Hace unos días Javier Bertucci, candidato independiente que el 20M obtuvo 988.761 votos, para reivindicar de esta manera el llamado “fenómeno electoral”, anunció la legalización de su partido “Movimiento Esperanza por el Cambio”, que al igual que, Nueva Visión para mi País (NUVIPA) de Humberto Padilla asumen una orientación religiosa. Las puertas del CNE están abiertas.

MÉXICO 1927

La fundación del Partido Revolucionario Venezolano (PRV), un día de febrero de 1927, en Ciudad de México se considera como el más importante antecedente en la construcción de los partidos políticos venezolanos. Si bien, fue concebido con el propósito de enfrentar la dictadura de Juan Vicente Gómez, se proponía también la necesidad de liquidar las tiranías que padecían otras naciones centroamericanas y del Caribe.  De esta manera se suman a la iniciativa muchos de los luchadores antigomecistas que deambulaban por América y Europa en busca de financiamiento para expediciones y rebeliones. La presidencia de la organización fue ocupada por Carlos León, sociólogo y exgobernador de Caracas, y la secretaria general correspondió a Gustavo Machado quien casi niño conoció el terror de las cárceles de la dictadura y regresaba de un intenso peregrinaje por Estados Unidos y Europa. Le acompañaban en la empresa Julio A. Silva Márquez, Pedro Brito, Carlos Aponte, Pio Tamayo, el legendario guerrillero general Emilio Arévalo Cedeño, Maclovio Prato, Mario Terán, Alonso Ramírez Astier, el combatiente salvadoreño Farabundo Martí, el líder estudiantil cubano Julio Antonio Mella asesinado a los días por pistoleros del dictador Gerardo Machado, y también los muralistas mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

La oferta programática se basaba en el estudio “La verdadera situación de Venezuela” escrito por Machado y Salvador de la Plaza en 1925 en La Habana y que se considera el primer análisis a la luz del materialismo histórico sobre la economía y la política venezolana.  El pensador peruano José Carlos Mariátegui, saludó el nacimiento del PRV de la siguiente manera: “los exiliados del proletariado y de la inteligencia, han creado en el extranjero este organismo de lucha política que coordina la reivindicación de las masas. Contra el régimen de Gómez ya no está en armas un caudillo de aleatorio éxito sino un partido organizado en el extranjero, con buen aprendizaje en los métodos de la lucha antifascista”.  
 
      

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