GUERRA O TRAMPA ECONÓMICA
Por
tercera vez en lo que va del año (ahora sin anuncio previo) se incrementa el
salario mínimo, el complemento en cestatickets y se reajustan las pensiones para
afrontar los ya imparables niveles de hiperinflación, tanto que rompen el
record de las hiperinflaciones latinoamericanas y sólo se le compara con la
debacle sufrida por Zimbabwe durante Mugabe. Si bien el aumento de sueldo es un
medida de justicia ante el cuadro inflacionario, en este caso, en razón de las distorsiones
económicas, se convierte en un estimulo para el alza de precios y la consabida
especulación. Las razones que explican el brutal desajuste macroeconómico y sus
secuelas sociales se han estudiado y analizado ampliamente, y con diferencia de
criterios prácticos han concluido en que se impone una rectificación o un
viraje.
El
hecho de que el incremento de salarios se haya convertido en una especie de aspirina
recurrente demuestra que no se aborda el fondo del asunto. En el alto gobierno
priva el convencimiento de que todo obedece a la llamada “guerra económica”, la
cual al acentuarse en los últimos meses hace de esta manera inmanejable la
situación. Ciertamente, las restricciones y medidas acordadas por Estados
Unidos y otros países en el ámbito económico tienen (de otra manera no se
explicaría su adopción) efectos concretos en el manejo de operaciones de
importación y exportación y para el cumplimiento de acuerdos internacionales en
el área energética y en el tema de la deuda; y más todavía, aunque ello no se
perciba de manera directa, en el ambiente de desconfianza en relación con la
viabilidad y el futuro de la económica nacional en los centros del poder
político y financiero. Ello hace más urgente la aplicación de medidas de
conjunto, el replanteamiento de estrategias y políticas que significan una
verdadera respuesta a las causas que originan el fenómeno. Hasta ahora se ha
demostrado que el simple reajuste de salario, si no se corresponde con políticas de cambio, es más bien contraproducente
y contribuye al agravamiento de la crisis. El resultado de las elecciones del
20M, abrían para muchos analistas la posibilidad que ese viraje se produjera
luego de unos meses de extrema pugnacidad. La convocatoria de la Asamblea
Nacional, en el 2017, se entendió entre otras razones para construir a un
consenso nacional en esta materia; sin embargo ella avanzó en decisiones
políticas como las elecciones de gobernadores y alcaldes, así como en la
profundización de la ruta socialista. Este hecho explica las reiteradas
exhortaciones de dirigentes del PSUV, incluyendo a su vocero económico Jesús
Farías para que se tomen acciones que ya resultan absolutamente indispensables
para abordar una crisis que se vincula cada vez más con la violencia social y
política.
RUSIA Y CHINA
En el alto gobierno no obstante sigue pesando de manera decisiva un
viejo dogma, según el cual, el rumbo de la economía define y condiciona el
modelo socialista sin reparar en los cambios que en este sentido se han
producido en los últimos años. La Unión Soviética y China, durante mucho tiempo
y aún hoy siguen siendo las referencias fundamentales del sueño socialista. En
los años noventa, la dirigencia soviética encabezada por Mijaíl Gorbachov,
inició una serie de cambios, sin que fueran impuestos por presiones externas y que
buscaban reajustar las experiencias de la postguerra. Hoy Rusia ha recobrado su
histórico protagonismo mundial con la gestión de Vladimir Putin, sin que ello
haya modificado sino más bien acentuado y modernizado la herencia ideológica de
la revolución bolchevique, en el marco de una próspera economía competitiva con
las tendencias dominantes en el intercambio comercial del mundo. En China, la
reciente asamblea del Partido Comunista, ratificó el mandato del presidente Xi
Jinping, en términos que muchos comparan con el liderazgo de Mao Tse Tung,
mientras en el plano económico junto a sus aliados asiáticos se consolida una
economía capitalista que envidiarían Von Hayek y Milton Friedman. ¿Cómo se
explica que en Venezuela dónde la propuesta socialista todavía es más un deseo
que una realidad y que se inspiró en el pensamiento heterodoxo de Hugo Chávez
vinculado a las clásicas revoluciones latinoamericanas, se rinda culto a una concepción
que en el fondo niega la propia condición transformadora del socialismo
original? Esta semana, José Vicente Rangel escribía: “El Presidente Maduro,
debe estar claro en el sentido de que la situación económica es el flanco débil
de su gestión. No basta con recurrir al argumento de que lo que ocurre sólo es
producto de la “guerra económica”, porque si bien es cierto que este factor
influye, y sí se quiere uno podría agregar que es determinante, no es menos
cierto que influyen otros factores cómo son: planes y proyectos equivocados,
políticas contradictorias, ausencia de consulta con sectores de la sociedad,
dogmatismo, burocratismo y algo más”.
Más claro no canta un gallo.
LULA BUSCA UN GOL
El
martes 26 de junio, es decisivo para el futuro político de Lula Da Silva, por
cuanto ese día el Tribunal Supremo Federal de Brasil evaluará la petición de
libertad presentada por su defensa la cual podría ponerlo nuevamente en la
calle y de esta manera facilitar su campaña para la elección presidencial del 7
de octubre, toda vez que ya candidatura fue proclamada por el Partido de los
Trabajadores. El expresidente cumplió dos meses en la prisión de Curitiba y
permanece encabezando por amplio margen todas las encuestas, sin que haya
podido consolidarse todavía la unión de los principales partidos en una
candidatura de consenso, y toda vez que el segundo en los sondeos, Jair
Bolsonaro como opción de la ultraderecha, es abiertamente critico de las
formaciones tradicionales e incluso el presidente Temer ha declarado que
preferiría un nuevo gobierno de Lula, sí es la expresión del voto popular, que
un victoria del aspirante de Partido Social Liberal (PSL). Mientras tanto, Lula
desde su calabozo comenta sobre la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 con
cartas que son traducidas y trasmitidas en el canal TVT del Sindicato de los
Metalúrgicos y movimientos sociales. Lula apuesta a un gol mágico de Neymar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario