AL COMPÁS DE LOS DÍAS
¡PAREDÓN, PAREDÓN!
07/11/2007
Manuel Felipe Sierra
“Baduel traidor, te sale paredón” gritaba enfurecido el chavismo en el poliedro de Caracas mientras Chávez aseguraba que su compañero de conspiraciones y victorias había terminado “en los brazos del diablo”. La consigna remitía a la euforia fidelista de los primeros meses de la revolución cubana cuando el derecho a disentir concluía ante el pelotón de fusilamiento. Dos día antes, en la avenida Bolívar, amenazó a los “oligarcas del Este de Caracas” con la cólera de millones de revolucionarios que no dejarían “piedra sobre piedra”. Es decir, un jefe de Estado que anuncia un eventual genocidio en una frase propia de Milosevic en su demencia de la “limpieza étnica”.
Estas son las respuestas del régimen ante la supuesta “activación de un plan golpista”, con lo cual se justificaría el control policial de las marchas estudiantiles, una mayor intimidación de la población y se fabricarían las condiciones para gobernar bajo un estado de excepción (posibilidad acariciada por el mandatario desde el 2001), ahora debidamente blindado con el famoso artículo 337.
En el fondo, ello delata el hecho de que Chávez se equivocó en la percepción de la coyuntura. Pensó que la convocatoria al referéndum de diciembre reproduciría la confrontación chavismo-antichavismo, oposición y gobierno, de la cual ha resultado favorecido en varias oportunidades, gracias a una estructura electoral fraudulenta. Pero ahora se trata de un dilema mucho más trascendente, que supera el interés de una elección convencional: están en juego los derechos de la sociedad. Y son factores decisivos de ella los que protagonizan actualmente una activación política que prefigura un cuadro de inevitables tensiones en los próximos días.
El documento de la Conferencia Episcopal , la multiplicación de las movilizaciones estudiantiles, la actitud firme de los gremios económicos, la reconquista de la calle por los opositores más consecuentes, el desprendimiento de Podemos de la alianza oficialista y la declaración de Baduel, evidencian la disposición de la ciudadanía de rechazar el intento inconstitucional de redefinir la naturaleza del Estado y procurar la implantación del sistema castro-comunista. Chávez, colocado en condiciones desfavorables, tendrá que tomar decisiones que resultarán costosas para el destino de su estrategia revolucionaria.
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