domingo, 14 de septiembre de 2014

ABC de la Semana

El ABC de Eloy Torres – Internacionalista y profesor de la UCV

“Más que la reedición de la Guerra Fría, estamos en presencia de varias guerras”

Hay una descomposición de los modelos con los cuales se estuvo moviendo el mundo. El Estado actual ha ido perdiendo un conjunto de capacidad que le eran propias. El mundo árabe es difuso, complejo y muy atrasado. Estados Unidos, Europa, la Unión Árabe e incluso Irán, han encontrado puntos coincidentes frente a un enemigo en común: el desorden, la división y la masacre que hay en Irak, señala el especialista en temas internacionales.

Manuel Felipe Sierra

Eloy Torres se formó en prestigiosas universidades europeas y durante buen tiempo se desempeñó como funcionario diplomático en países del Medio Oriente y en Rusia. Actualmente, es profesor de la escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV), columnista de la prensa nacional y conductor del programa radial “El mundo en tres y dos”. Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.

— El mundo está en tres y dos, en los últimos tiempos hay una conflictividad generalizada, incluso muchos hablan de que estamos en presencia de una nueva guerra pero con otras características, ya no es la confrontación o las amenazas nucleares, el mundo está envuelto en conflictos que hacen que la paz, en buena parte del mundo, esté siendo alterada.
— En efecto, estamos en presencia de varias guerras, porque lo que ocurre en Ucrania y Rusia es una guerra, lo que ocurre en el Medio Oriente, a pesar del cese al fuego entre Israel y Hamás, es una guerra y lo que ocurre en buena parte de África también es una guerra. Sin embargo, ello no es sino el resultado de una descomposición de los modelos con los cuales el mundo se estuvo moviendo hasta determinado momento. Los paradigmas que han invadido hoy en día las relaciones internacionales hacen que el mundo advierta unas nuevas realidades: hay realidades en lo económico, en lo militar, y en lo que llaman la simbología política. En lo económico porque hay un conjunto de factores que están surgiendo muy rápidamente, como es el caso de China por ejemplo, que prácticamente ha ido desplazando a pasos agigantados a Estado Unidos. Luego están un conjunto de países que son receptores y forman parte de determinadas políticas, que hacen que disminuya la supremacía del poder de otros países. Desde el punto de vista militar hay un reenganche de Rusia, con su vieja visión tradicional de la Unión Soviética, que está poniendo en práctica en el conflicto con Ucrania. Luego, la simbología ¿cuál es el poder? ¿Es Estados Unidos el único poder que existe en el mundo? Ya no lo es. Cada vez menos catalogarse como la gran potencia del mundo.

— Pero sin duda todavía lo es en buena manera, fundamentalmente en lo militar.
— También lo sigue siendo económicamente a pesar de que es el principal deudor del mundo, pero ciertamente en lo militar si lo es. Sin embargo, como decía Napoleón Bonaparte “para ganar las guerras hacen falta muchos recursos, recursos, y más recursos”. ¿Tendrá Estados Unidos los recursos suficientes para llegar más allá como ha llegado China por ejemplo? Esa es una gran interrogante que se plantea allí. El otro elemento tiene que ver con el Estado como órgano administrativo-político que organiza a las naciones, debido a que éste ha ido mutando su esencia y su forma, ha ido perdiendo su capacidad frente a otros factores que han invadido las relaciones internacionales por una naturaleza propia de la dinámica de cómo han ido desarrollándose éstas. Además, han surgido lo que llaman las transnacionales del terrorismo, del terror, de la droga; han surgido transnacionales que ya existían, financieras y económicas; hay incluso grupos políticos y económicos que no responden a las estructuras estatales ni siquiera de los grandes Estados, como Estados Unidos o la Unión Europea, sino que responden a otras dinámicas y ello hace que el mundo se vea cada vez más convulso.

Poder Ciudadano

— También está el tema de la emergencia de la sociedad civil estimulada por las redes sociales, sobre todo en los países europeos con el tema de Los Indignados y la llamada Primavera Árabe que dio con los gobierno de Túnez, Egipto, Libia y desató el largo conflicto de Siria.
— Por supuesto, es que el Estado ha ido perdiendo un conjunto de capacidades. El papel del ciudadano ha ido adquiriendo una mayor preponderancia, basta con observar cómo los Estados reaccionan cuando se habla de que el ciudadano tiene que estar por encima de él. Incluso en nuestro propio país al Estado no le gusta que el ciudadano éste por encima, porque se considera dueño y señor de toda la gestión de la sociedad y ello no es verdad, son los ciudadanos dueños de su gestión a través de sus deberes y de sus derechos. Es interesante lo que se está produciendo en el mundo y que todavía los Estados amarrados a ese viejo esquema no permiten darle continuidad a un proceso que luce inminente.

— En ese contexto, en este momento hay como una especie de rompecabezas bélico, hay conflictos importantísimos que incluso se entrelazan. Por ejemplo, lo que está ocurriendo con Irak que ha sido una referencia, pero ahora parece que la situación es mucho más grave y que se ha ido de las manos de todos con la emergencia del llamado Estado Islámico.
— Voy a citar al Canciller ruso, Sergei Lavrov, quien acusó a Estados Unidos diciendo que ellos son los culpables de lo que está ocurriendo debido a que en 2003 invadieron Irak sin considerar un conjunto de factores que estaban presentes y que sí fueron tomados en cuenta en 1991 cuando la famosa Tormenta del Desierto, porque fueron las Naciones Unidas quienes decidieron intervenir porque se había violado el derecho internacional. En este caso, Estados Unidos arbitrariamente y de una manera un tanto inconsulta decidió tomar esa decisión, y hoy en día se muestran las consecuencias y las explicaciones de por qué ellos hicieron lo que hicieron, generando una ruptura en un consenso que había a nivel mundial, particularmente con los rusos. Además, hay que entender ese fenómeno de la Primavera Árabe, que yo le llamo infierno y no primavera, porque pretender calificar a esos países como que buscaban la democracia es mentira, el mundo árabe es un mundo difuso, complejo y muy atrasado; son países que están muy reñidos, que no conocen el concepto de democracia.

— Pero existían además e la búsqueda de la democracia, otros factores que procuraban modernizar también culturalmente esas naciones.
— Sin duda. En este caso, el mundo árabe andaba buscando otra cosa, podríamos decir que un grupo de jóvenes que se formaron en Francia, en Alemania, en Inglaterra, incluso en Estados Unidos, pretendieron amoldar a las nuevas realidades al mundo islámico. Turquía es el gran ejemplo, que aunque no sea árabe es un Estado musulmán. Erdogan acaba de ganar las elecciones y se está conviertiendo en el gran modelo para el mundo islámico, de tal manera que Turquía es el mal menor frente al mundo musulmán radicalizado de ISIS. Y quizás Estados Unidos está ponderando esa realidad y están ponderando ese apoyo a Erdogan, porque es un ejemplo y una garantía para tranquilizar al mundo árabe.

Posibles desenlaces

— Pero el efecto de Irak de cara al futuro ¿cómo piensas que va a terminar esto? Fue sustituido Nuri al Maliki como primer ministro, hay mucha tensión, todas las crónicas apuntan a que hay un caos, Francia anunció que enviaría efectivos militares e incluso el Papa, en una declaración poco común, ha dicho que en este caso se justificaría por la masacre de cristianos que está ocurriendo ahí.
— Es interesante por tres razones: primero, por lo que has señalado del Papa, es poco usual que El Vaticano bendiga un proceso bélico. Segundo, por la derrota del primer ministro al Maliki, quien de una manera irresponsable actuó apartando, excluyendo y persiguiendo a los sunitas, por cuanto no ponderó que eran parte importante de la población. Y tercero, es que Estados Unidos y Europa en general, en atención a la gravedad de lo que está ocurriendo ha encontrado puntos coincidentes con Irán y hoy en día se encuentran aliados, porque tienen un enemigo en común: el desorden, la masacre y la división que hay en Irak, y lo más grave, que Irak es un Estado al que si no se le pone freno podría ampliarse.

— En el caso del conflicto de Israel con Hamás se acordó una tregua en vías de un acuerdo, después de la reunión celebrada en Egipto.
— Ciertamente, fue un paso importante. Pero recordemos que generalmente cuando se produce intensidad en este conflicto, que como sabemos tiene explicaciones de fondo, se suelen suscribir los ceses al fuego, pero sigue latente la actitud beligerante de Hamás, el sector palestino más radical, y también de sectores radicales del Gobierno israelí. La decisión en lo inmediato baja la tensión, sobre todo porque el conflicto corría el riesgo de contaminarse con los otros conflictos que ocurren en el Medio Oriente y en el este de Europa.

— En cambio la situación entre Rusia y Ucrania tiende a complicarse, pese a las gestiones de paz.
— Las sanciones aplicadas por la Unión Europea contra Rusia tendrán un costo para los propios países europeos que requieren del suministro del gas ruso, más que para Estados Unidos, que comporta medidas fundamentalmente diplomáticas y sanciones a un grupo de funcionarios de Moscú. Esta confrontación, pese a parciales ceses al fuego, sigue siendo una preocupación para Europa, Estados Unidos y también por supuesto, para las naciones que de alguna manera compaginan con la diplomacia de Putin. En cambio, lo de Irak tiende a complicarse porque se ha demostrado que el Estado Islámico es más que un movimiento yihadista y terrorista radical, con prácticas que desafían la ira del mundo civilizado, porque se ha comprobado que cuentan con recursos considerables, con tecnología militar y con el apoyo encubierto de otros países árabes, donde más allá del juego geopolítico o los planes de expansión territorial, entran a jugar conflictos religiosos y raciales ancestrales.

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