Durante cinco décadas los “balsearos cubanos” que navegaban hacia Miami fueron noticia recurrente. La deportación masiva ordenada por Castro en 1980 desde el Puerto de Mariel, y la aventura de hombres, mujeres y niños que se jugaban la vida en precarias embarcaciones buscando las costas de Florida en los años 90, fueron dolorosos testimonios de las consecuencias de la ruptura de relaciones y el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.
Con las actuales negociaciones entre Washington y La Habana para el restablecimiento de las relaciones, la situación tiende rápidamente a cambiar. Un despacho de AFP destaca que la empresa United Americas Shipping Services, que integra un grupo de navieras, está lista para ofrecer un barco que transporte 1.000 pasajeros unas tres o cuatro veces a la semana, indicó Joseph Hinson, presidente de la compañía. Otra empresa, la CubaKat, ofrece operar ferrys desde los cayos de Florida a puertos cubanos, así como un servicio de catamaranes de alta velocidad para hacer el trayecto en menos de tres horas. También, Key West Express está lista para ampliar su actual ruta entre Fort Myers y los cayos hasta la isla. Tendremos entonces “balseros capitalistas”.
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