Se
agota el tiempo para un acuerdo de Grecia con los acreedores de la Eurozona.
Alexis Tsipras, fortalecido por la victoria en el referéndum del 5 de julio, volvió
a Bruselas con propuestas distintas por la cuales votaron los griegos. En un
ejercicio pragmático copió y exageró las peticiones de la “Troika”. Seguramente
creyó que con ello se haría automático el entendimiento y la aprobación de la
asistencia económica. ¿Qué paso? Los acreedores ahora endurecen sus exigencias,
incluso se plantea la fórmula de una posible salida transitoria de Grecia del
euro, mientras cumple con planes de austeridad. En Grecia crece el rechazo a la
nueva postura de Tsipras, acusado de “traidor” por los más radicales; sigue el “corralito”
financiero y se hace insoportable el malestar de la población. Ahora Tsipras en
Bruselas, baila la danza que Mikis Theodoraskis compuso para la película de la
novela de Nikos Kazantzakis que protagoniza curiosamente su tocayo Alexis Zorbas.
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