El 2002, la película “Buena Vista
Social Club” de Wim Wenders y su versión discográfica relanzaron la música cubana
en el mundo, con un grupo de integrantes y ejecutantes, la mayoría de ellos
sumidos en el olvido o el recuerdo de los viejos habaneros. Ibrahim Ferrer,
convoco al proyecto a Omara Portuondo, quien junto con Elena Burque y Omaira
Segada, glorificaron el bolero en su país, junto a Olga Guillot, Celia Cruz y
Blanca Rosa Gil en el destierro. Omara se conoció como “la novia del feeling”,
un género boleristico de los años 60’s, contagiado por el blues, y que hiciera
famosos a los compositores José Antonio Méndez, Frank Domínguez y Cesar Portillo
de la Luz. Omara con sus compañeros de “Buena Vista Social Club” actuaron la
noche de este 15 de agosto en una gala especial en la Casa Blanca en Washington
en honor al presidente Barak Obama. A los 90 años mantiene la voz de su
juventud y su incorregible acento cubano. La cantante dijo a los periodistas: “Me
siento, ciento por ciento de La Habana, nací, crecí, amé, canté, y estoy en vías
de envejecer, pero no puedo decir que estoy muerta”. A dúo con Ferrer, se despidió
con el bolero “Veinte años”. ¿Hace poco tiempo, quién hubiera pensado en una
descarga habanera en el propio centro del Imperio?
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