OSCAR YANES,
PERIODISTA DE LO INSÓLITO
Nadie mejor que Oscar Yanes podría
contar la historia del periodismo moderno en Venezuela. El lanzamiento de
Últimas Noticias en 1941, abrió una etapa novedosa para el diarismo, hasta
entonces confinado básicamente en los artículos de opinión. Con el nuevo tabloide
se privilegiaba la noticia, el suceso, la cobertura de la calle día a día en la
mejor tradición periodística de los Estados Unidos.
Yanes se hace reportero a los 14 años y
forma parte de un grupo de periodistas como Kotepa Delgado, Juan Beroes, Raúl
Domínguez y Germán Carías, entre otros, que habrían de tener una presencia
significativa en los medios nacionales. En Últimas Noticias, Yanes cumple el
recorrido de diversas responsabilidades, hasta llegar a la conducción del
periódico que sigue teniendo, sin duda alguna, un sólido arraigo popular.
Comparte también espacios radiales y es
testigo en el nacimiento de la televisión en el país, en 1952, cuando se
inaugura la Televisora Nacional
y al poco tiempo, Televisa y Radio Caracas Televisión, que habrían de tener
durante varios años el control de las pantallas. Su vocación le permitió
realizar reportajes y entrevistas en lo sucesos y acontecimientos políticos más
importantes a nivel mundial, siempre con un estilo jovial, alegre y con una
carga de buen humor, lo que hizo que sus trabajos se registren entre los más
interesantes de la prensa y la televisión en las últimas décadas.
También tuvo participación política en la
organización del gremio periodístico para la lucha contra la dictadura
perezjimenista y posteriormente, se desempeñó como parlamentario en la etapa
democrática, siendo recordada su gestión al frente de la Comisión de Medios del
Congreso Nacional cuando ésta cumplía una efectiva tarea de vigilancia de la
libertad de expresión.
Como señala el periodista Diego Arroyo
Gil, “Yanes es célebre por haber hecho del periodismo una variación de la
crónica popular del detalle. Decía que en los pequeños gestos se ocultaban los
grandes destinos. De esta manera, tomaba así Yanes a un personaje con un suceso
para desmecharlo como carne hervida para preparar un plato fabricado con
cientos de hilachas”.
Como cronista deja un importante
testimonio de la vida política de las últimas décadas y varios textos en los
cuales relata su experiencia como reportero, que siempre lo fue, y también en
otras tareas del oficio; como director de la Televisora Nacional
y alto ejecutivo de los canales privados.
En una entrevista concedida a Nelson
Hippolyte Ortega en 1986, explicaba: “soy el único periodista de Venezuela que
se ha dedicado a la explotación de lo insólito”. Y era verdad, de allí que sus
frases, sus gestos, su propia forma de vestir con un clásico sombrero y unas
corbatas de colores encendidos, sean recordadas por los venezolanos que
siguieron su larga trayectoria profesional.
En los últimos años, el “chivo negro” se
dedicó a recapitular sobre la vida de Caracas, una ciudad con la cual tuvo una
profunda compenetración. De allí que surgiera una colección de libros que a
partir de la “pequeña historia”, ofrecen un panorama muy completo de la
política y el hecho social venezolano. Con frecuencia solíamos obtener largas
conversaciones para repasar etapas decisivas del país, entre ellas el período
perezjimenista, del cual fue testigo agudo y vigilante. Su publicación más
reciente “La verdad sobre el asesinato de Delgado Chalbaud”, contiene una larga
entrevista con Pedro Antonio Díaz, quien participó en el conocido magnicidio
del Presidente de la Junta Militar
en 1950. De allí surgían muchos de sus comentarios radiales, matizados con
expresiones que llegaron a convertirse en comunes para buena parte de los
venezolanos.
Yanes nació en abril de 1927 en Caracas
y falleció 21 de octubre de 2013, hace dos años. Su ausencia deja un vacío en
el periodismo venezolano y entre quienes fuimos de alguna manera, sus alumnos,
pero sobre todo sus compañeros en esta labor. Oscar, descansa en paz. ¡Así son
las cosas!
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