UN “NIETO “DE HEMINGWAY
Tan famosas como sus novelas son las tabernas donde Ernerts Hemingway
ejerció su incurable alcoholismo. “Floridita” en La Habana le rinde culto con
su daiquiri, “Chicote” en Madrid recuerda
en las paredes sus interminables tenidas
frente a un trago, y ni hablar de “Sloppy Joe`s Bar” en Cayo Hueso, Florida,
un lugar que el escritor frecuentó en los años 30. Fue tanta la identificación con
el lugar que todos los años se realiza en su honor el torneo “Papa” Hemingway Look- Alike que premia
al asistente físicamente más parecido al Premio Nobel de Literatura. Este año
entre ciento cuarenta concursantes el ganador resultó, por pura coincidencia, un
joven llamado Dave Hemingway. Orgulloso, dice que también como “Papa” le gusta
pescar, tomar un poco, le gustan las mujeres, le gusta pasarla bien “me siento
como Ernerts porque estoy en la ciudad en la que él vivió por tantos años”. Por
ahora, le faltaría escribir una novela como El
Viejo y El Mar y recorrer medio mundo con libreta en mano bajo los truenos
de la guerra.
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