viernes, 14 de octubre de 2016

ABC DE LA SEMANA

El ABC de Orlando Ochoa/ economista y profesor universitario.

VENEZUELA VIVE UNA SITUACIÓN
ECONÓMICA INSOSTENIBLE

Este socialismo es un proyecto ideológico fallido. La inflación es una hidra de muchas cabezas. Los dirigentes opositores deben incorporar un mayor contenido económico a su propuesta. El flujo de divisas, grande, mediano o pequeño que ingrese al país seguirá siendo por concepto del petróleo, señala el consultor económico.

Es una de las voces más calificadas en el análisis económico, y sus opiniones vertidas en los medios de comunicación y en las aulas universitarias han prefigurado el grave cuadro económico que vive el país. En los últimos meses se desempeña como consultor en importantes escenarios internacionales sin abandonar el seguimiento y el análisis del curso de la compleja economía nacional. Estas son sus reflexiones para los lectores de ABC de la Semana.   

¿Cuál es tu visión de Venezuela en medio de este clima tan tenso y polarizado que surge para activar el referéndum revocatorio, cómo influye ello en el cuadro de la economía, seguimos igual al año pasado, hemos mejorado algo o a caso hay  signos de que podemos mejorar?

La situación económica de Venezuela, lo que hemos visto por la cifras que nos llegan no publicadas, extraoficiales, tanto de la actividad económica como de la inflación y de la industria petrolera, define un escenario extremo. El país está padeciendo una caída libre que todavía no tiene piso, los atenuantes que ha buscado el gobierno son eso, pequeños atenuantes que le llegan algunos pocos mientras la mayoría del país está en un proceso de empobrecimiento. La decisión del gobierno de permitir algunos ajustes de precios para que aparecieran algunos productos incluso traídos de países vecinos y ha hecho que aparezcan algunos rubros pero a precios que son inalcanzables para la mayoría.

Pero ello no significa que se haya recuperado y menos aún que hayan aumentado los niveles de producción.

De ninguna manera. El ritmo de producción venezolana, ya sea industria, minería o construcción las cifras que analizamos son abismales y estamos hablando de una caída en algunos sectores de alrededor del 30% en manufactura, 40% en construcción durante el primer semestre del año. Esta situación no puede ser revertida por la clase de políticas que Hugo Chávez instaló y protegió y que Maduro continua para controlar la distribución mediante empaquetar y entregar bolsas de comida; un gobierno que quiere construir viviendas para gente que no tiene empleo y que además no tiene ingresos para mantenerlas, es decir, un gobierno que pretende tapar el colapso de la producción estimulando algunas empresas públicas con equipos deteriorados o paralizados como son las empresas de Guayana, Sidor, Alcasa, Venalum, entre otras, que carecen de electricidad, de inversión oportuna o de mantenimiento como el caso de las refinerías petroleras  que fallan por falta de inversión y atención de las instalaciones, que importan crudos ligeros y productos derivados que cuestan decenas de miles de millones de dólares.

REMORDIMIENTO

Describes un  cuadro prácticamente inviable.

Es literalmente una situación insostenible y yo me imagino que quienes están al frente del gobierno y tienen la posibilidad de ver las cifras que vemos los economistas no pueden sino sentirse desolados, tienen que sentir un remordimiento de conciencia de ver un proyecto equivocado porque no es verdad que llegamos al socialismo en términos ideológicos sino que se uso del aparado del Estado para el control económico, político y para reemplazar la producción privada por producción pública, estatal bajo un supuesto plan socialista clásico y con funcionarios de formación marxista convencidos todavía en el siglo XXI basados en un discurso y un aparato de propaganda como se ve en la televisión oficial en especial en Telesur. Quienes hemos estudiado el marxismo y conocemos su historia sabemos de qué se trata lo que se está aplicando en país.

Bueno pareciera que se aplica una versión trasnochada y fracasada de experiencias socialistas de comienzos del siglo XX.

Si, es un proyecto ideológico fallido, este socialismo es un proyecto político fallido es un proyecto que Hugo Chávez lo oriento en esa dirección a partir del 2003 después del conflicto político entre el gobierno, Fedecámaras y la CTV en los años 2002 y 2003 cuando tomo esta decisión política e ideológica y también de  resentimiento cuando enfrentó a estos sectores pero sus consecuencias no se midieron y ahora están a la vista.

Pero no se trato solo de controles transitorios sino de un control total de la economía que ya llega a 15 años sin revisiones ni modificaciones como suele ocurrir en muchos casos.

Sin duda hemos tenido una distorsión porque los sistemas económicos controlados tanto en el mercado cambiario en el mercado y en la producción y en muchas otras cosas en el caso venezolano registraron un boom, un disparo financiero por la vía del petróleo y en consecuencia un comportamiento distinto  las economías de de Europa Oriental o de Cuba. Entonces en este caso la corrupción que generan los controles no es una corrupción pequeña es una corrupción gigantesca porque los burócratas que manejan las palancas económicas  tienen acceso  directo a manejar contratos de miles de millones de dólares y la corrupción se convierte prácticamente en una “industria sin chimeneas” como se decía antes del turismo y sin producir ni siquiera una aguja o un tornillo pero ese proceso va generando intereses y complicidades que se combinan para mantenerse en el poder.

Por supuesto ello funciona cuando existen ingresos suficientes como ocurrió en Venezuela con los altos precios del petróleo.

Claro, es así, el hecho de que ahora no hayan divisas como lo reconoce el gobierno que no llegan suficientes barcos a los puertos para abastecer de alimentos ni de medicina ni de nada de lo necesario para la vida de la población es demasiado grave, pero sin embargo, es curioso que el mercado cambiario lo maneje el ministro de alimentación, doctor y general Marcos Torres, importando alimentos pero además ejerciendo sus funciones en el Banco de Venezuela; o que Nelson Merentes presidente del Banco Central maneje junto con otros dirigentes chavistas el Dicom y anuncian, por ejemplo, que le darán al gobernador del Táchira, Vielma Mora, nada menos que la posibilidad de importar. ¿Qué es esto? Simplemente  feudos, nichos de divisas que las traen a un precio, la venden a otro y obtienen márgenes gigantescos de ganancias que los comparten con burócratas y empresarios del sector privado. De esta manera operan un círculo perverso y multimillonario de  empresas que contratan afuera, traen acá los productos, aumentan la distribución y luego agentes los corruptos de la Guardia Nacional cobran el peaje. Me pregunto: ¿Qué hemos hecho para montar algo así?

CAMBIO POLÍTICO

Bueno es una gigantesca estafa para el enriquecimiento de una minoría de privilegiados mientras la población sufre todo tipo de penurias.

Es una verdadera pesadilla para una sociedad, que debe ser detenida mediante  un cambio político y un cambio consistente de la política petrolera porque desgraciadamente el pilar principal para la recuperación del país seguirá siendo la industria petrolera porque el flujo de divisas, grande, mediano o pequeño que ingrese al país seguirá siendo por concepto del petróleo.

Vinculas el tema económico al cambio político. Pero fíjate que en los sectores opositores no pareciera existir la misma claridad, tal como se ha planteado la necesidad de activar el referéndum revocatorio para la salida de Maduro poco se habla del “día después” del tema económico. La salida de Maduro solamente si bien es un cambio político que seria rutinario en otro contexto en el cuadro del país impone una necesaria transición en la cual es indispensable aplicar un programa de emergencia económica.

Estoy totalmente de acuerdo, los dirigentes opositores deben incorporar un mayor contenido económico, un mayor contenido petrolero porque uno ve como los debates políticos de los años 60 y 70 para darle coherencia a la propuesta le incorporaban el elemento económico. Te quiero decir  que los economistas estamos a disposición  de la dirigencia política, que hemos ayudado con ideas, pero no se trata de ello solamente sino que el país en su sentido más amplio también debería discutir, opinar y participar continuamente en estas cosas tan importantes.

Hoy en día el tema económico es inseparable de la política incluso en muchos casos la condiciona como hemos visto en la campaña presidencial norteamericana e incluso en los Acuerdos de Paz del gobierno de Colombia con las FARC y ahora con el ELN.

Por ejemplo, cuando uno ve el debate entre la señora Clinton y el señor Trump ¿con qué comienza la discusión? Con la economía, en un país desarrollado que tiene el mayor nivel de riqueza del planeta no se descuida este tema fundamental;  Venezuela evidentemente cometió errores ello no lo puede negar nadie ni el chavismo más radical y mucho menos el más moderado y ello obliga a dar una vuelta en “U” y proponer políticas de emergencia de mediano y largo plazo, para tratar de detener una caída y recuperar al país. El chavismo lo convierte en una dicotomía ideológica: capitalismo vs la izquierda radical, pero ya en el 2016 es insólito que ello se reduzcan a eso. Pero la oposición que aspira gobernar al país tiene que cambiar esta forma de maneja el discurso porque estamos en el centro de la peor situación económica que el país ha vivido durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI.

La tarea ms importante según los especialistas es reducir la inflación y en relación a este tema existen varias explicaciones, además del peso que ello tiene la prolongación de los controles. Pero también hay otros factores y no se debería desconocer cierto componente especulativo en la distribución y venta de rubros esenciales. 

La inflación es una hidra de muchas cabezas que es afectada por muchos factores y  piensan que solamente es un problema de producción y tenemos un problema de producción pero también es un problema de liquidez monetaria porque el gobierno está imprimiendo bolívares, dinero inorgánico, para financiar el déficit y es un problema cambiario porque no hay estabilidad en la moneda y quien importa trata de vender al costo de reposición futura y no al precio que lo compró  porque luego subirá cuando menos un 50% ¿Quién le va a dar los 50% de bolívares adicionales para la importación? Por supuesto nadie, y los bancos le van a cobrar el costo del crédito que otorgan y luego el importador tendría que venderlo a un precio que no compensa la inversión y terminaría perdiendo, en algunos casos quebrado.

Por ello la lucha contra la inflación requiere de un plan coherente y global y no medidas aisladas o caprichosas.

Por eso es que la dinámica de inflación es tan perversa. Es un fenómeno que está desbordado si vemos las cifras del Banco Central que mantienen las ponderaciones anteriores y que no incluyen los precios de “mercado negro” y el “bachaqueo” sino los precios de anaqueles, esa inflación nos dice que en enero el índice mensual estaba a 14.3% cuando la inflación más alta en América Latina es de 6 o 7% al año; cuando tomamos 12 meses la inflación de agosto del año pasado a agosto del presente año fue de 675,1% sin tomar en cuenta los precios de “bachaqueo”, es decir, no hay sueldo ni salario mínimo que la pueda alcanzar lo que significa que se vive un proceso de empobrecimiento masivo, con la industria, la agricultura y la minería en declive; basta pensar que la caída del producto interno bruto del país  este año está alrededor del 18% eso solo ocurre en un país en guerra civil o en proceso de destrucción masiva.

Frente a este escenario ¿Cuáles son las salidas?


Es evidente en primer lugar que hay que salir de Nicolás Maduro, quien no tiene la capacidad de entender ni de procesar que está apoyado por los factores más radicales de la izquierda radical que concibieron este modelo, dicen ellos, ya evidentemente fracasado y terriblemente costoso para los venezolanos.


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