lunes, 16 de abril de 2018

ANÁLISIS

MADURO: ¿CÓMO ENFRENTAR EL AISLAMIENTO?

Según Nicolás Maduro, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores Federica Mogherini “solo escuchó una versión de la realidad venezolana y esta parcializada por la ultraderecha”, un día después de la reunión de la funcionaria con el canciller Jorge Arreaza. Mogherini declaró luego: “pido a Venezuela garantías para asegurar unas elecciones libres, transparentes y creíbles porque es la única salida a una crisis que exige una solución con respaldo internacional”. Como respuesta Maduro invitó a la UE a enviar observación para “aprender del sistema electoral venezolano” mientras que el presidente de la Asamblea Nacional Omar Barboza se dispone a visitar también a la funcionaria europea para presentar los puntos de vista de la oposición.
El Jefe del Gobierno Español Mariano Rajoy insistió en la necesidad de “mayores garantías y mejores condiciones” para “devolverles la palabra a los venezolanos” de cara a las elecciones del 20 de mayo, en relación al interés anunciado por el gobierno venezolano días antes de mejorar las relaciones con España con el regreso de su embajador deportado semanas atrás. Nuevamente el canciller Arreaza anunció: “vendrán nuevos ataques contra Venezuela y se activará la diplomacia guerrerista sin descartar embargos petroleros”.
Mientras tanto los líderes opositores Julio Borges, Antonio Ledezma, Luis Florido y Carlos Vecchio intensifican gestiones ante varios gobiernos y por supuesto en el escenario de la “VIII Cumbre de las Américas” en Lima para solicitar apoyo a la decisión del llamado “TSJ en el exilio” que el 9 de abril desde la sede del Congreso de Colombia consideró que hay suficientes méritos para el enjuiciamiento del Presidente Maduro “por la presunta responsabilidad en los hechos punibles denunciados ante esa instancia”.
La presión diplomática se vincula también con las sanciones aplicadas por Panamá a funcionarios y empresas venezolanas que fueron replicadas con medidas similares por Miraflores pero que a diferencia de las anteriores ahora agregan complicaciones prácticas para la población como el cese por noventa días de los vuelos y algunos intercambios comerciales entre ambos países. Todos nuevos elementos sin considerar la declaración final de la Cumbre peruana, que si bien carece de la contundencia que se esperaba con la presencia de Trump, también contribuye a configurar la percepción negativa del “Caso Venezuela”.

SORPRESAS EN LIMA

La “VIII Cumbre de las Américas” generó un inusitado interés en la opinión pública internacional por cuanto sería el primer escenario de confrontación externo de los factores que protagonizan la conflictividad venezolana. Sin embargo tres hechos contribuyeron a bajar la presión informativa: la renuncia del anfitrión Pedro Pablo Kuczynski quien se había convertido en el principal antagonista latinoamericano de Maduro y considerado además como el aliado más cercano en el área del gobernante norteamericano y quien mediante una decisión personal excluyó al mandatario venezolano de la cita, si bien su sucesor Martin Vizcarra facilitó finalmente el encuentro pero sin el peso político de su antecesor. En segundo lugar, hasta la semana pasada se mantuvo la expectativa de que Trump realizara su primera visita a Sudamérica para acudir a la cumbre tal como lo habían hecho los anteriores inquilinos de la Casa Blanca pero a última hora anunció que no asistiría alegando la situación planteada con Siria, facilitó la decisión de Maduro de no atender tampoco la convocatoria, pese a haber insistido días antes en que acudiría “incluso nadando”.
De todas maneras el tema venezolano fue (si bien no apareció en la agenda) el centro de discusiones en eventos paralelos, generando además acciones de calle a favor y en contra y declaraciones como la del Vicepresidente norteamericano Mike Pence, quien reiteró “severas sanciones contra Venezuela porque Maduro ha desatado una ola de corrupción, crímenes y miserias”. Un planteamiento, como era lógico, recogido por los demás gobernantes en una declaración que propone el no reconocimiento de las elecciones de mayo y la creación de un clima de transparencia y confianza para el juego político. Entre otras cosas, la prensa registró ahora como un dato anecdótico la distribución entre los presentes de un “long play” con música de rock de grupos venezolanos críticos del gobierno y editado por PROVEA cuyo vocero, Rafael Uzcategui, recordó que Maduro había sido segunda guitarra de la banda “Estigma” y fanático de la música pop teniendo como tema preferido “Escaleras al cielo” de Led Zeppelin.
¿Cómo podrá Maduro enfrentar un creciente aislamiento de los países latinoamericanos y la amenaza de la Casa Blanca y de la Unión Europea además de la crítica persistente de la prensa internacional para que los resultados de unas elecciones, para cuya realización faltan pocos días, más allá del candidato elegido puedan contribuir a recuperar la confianza y el reconocimiento a una nación tradicionalmente comprometida con el ejercicio democrático?

¿LA GUERRA MUNDIAL EN PUERTAS?

Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y Francia inició la noche del viernes 13 de abril “ataques de precisión” a objetivos militares en Siria que fabricarían armas químicas contraviniendo las leyes internacionales. La decisión unilateral que no fue avalada por el Consejo de Seguridad de la ONU establece un paralelo con lo ocurrido en el 2003 con el ataque ordenado por George W. Bush contra Irak, también por supuesto uso de armas no convencionales en una versión que fue desmentida por los hechos pero que condujo al derrocamiento y desaparición de Sadam Husein, a enfrentamientos internos que aún perduran y a un enorme costo económico. Por supuesto Rusia e Irán que apoyan el gobierno de Al-Assad declararon que la acción no se quedará sin “sus consecuencias”. El ataque inicialmente no afectó otras instalaciones ni a la población civil, no obstante, refuerza la percepción externa de que está en camino la posibilidad cierta de la Tercera Guerra Mundial, ahora con el componente nuclear. La periodista Andrea Rizzi en el lugar reporta: “el ataque no tiene ningún valor estratégico, no cambia la dinámica bélica sobre el terreno ni erosiona el control del régimen y sus aliados ruso e iraní”. Que así sea…

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