martes, 15 de mayo de 2018

ANALISIS
20-M: COMUNIDAD INTERNACIONAL ¿APOYO O INJERENCIA?
MANUEL FELIPE SIERRA
Mike Pence Vicepresidente de Estados Unidos solicito a la OEA suspender a Venezuela como país miembro y también las elecciones presidenciales y además anunció la aplicación de nuevas sanciones a funcionarios. La embajadora norteamericana en la ONU Nikki Haley solicito al mismo tiempo que “Maduro se vaya porque su régimen amenaza la paz y la seguridad de la región entera”; mientras que el Subsecretario de Estado John Sullivan declaró que el gobierno estadounidense concederá 18.5 millones de dólares para que Colombia “lidie con la llegada de venezolanos refugiados”. La Unión Europea ratificó su rechazo a la consulta del veinte de mayo y también aplicará nuevas medidas contra altos personeros. Los gobernantes de los países del “Grupo de Lima” insisten en cuestionar la legalidad del evento calificado por el presidente chileno Sebastián Piñera como “una farsa”. Más cerca, el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos pronostica una “implosión”; y el candidato presidencial Ivan Duque (quien seguramente será elegido en los próximos comicios) asegura que Venezuela es refugio de guerrilleros del ELN y que de ser reelecto Nicolás Maduro “lo llevaré ante la justicia internacional”. Estas son apenas algunas de las reacciones en los últimos días y que revelan como el “Caso Venezuela” cobra cada vez mayor prioridad en la agenda internacional.
De ser reelecto Maduro ¿Cuál será la reacción de tan importantes críticos? ¿El desconocimiento de la elección supondrá el retiro de embajadores y la congelación de relaciones diplomáticas y acuerdos comerciales? ¿Cómo se explica que amenazas de este tipo se refieran a la situación venezolana cuando muchos eventos electorales del continente suelen ser cuestionados en sus países por falta de transparencia o prácticas fraudulentas? ¿Cuáles son las diferencias entre la escogencia el próximo domingo y las numerosas elecciones anteriores con iguales condiciones y la misma responsabilidad del Consejo Nacional Electoral? Lo que queda claro entonces es que la megacrisis nacional por sus características y alcances es asumida de manera decisiva ya no sólo como ha sido y debe ser por los factores políticos nacionales, sino por elementos decisivos de una confrontación mundial que ya no se localiza entre las grandes potencias sino que involucra a países sin que tengan incidencia directa en ella.
La  “Guerra Siria”, que en verdad es un rompecabezas bélico por la participación de fuerzas militares de diversos países es un ejemplo válido para comprender la naturaleza de unas acciones entre países y fuerzas extrañas en un determinado territorio, donde a fin de cuentas las victimas y los verdaderos perdedores son los pueblos, es decir la mayoría de una población inocente e indefensa. Sin que pueda establecerse un paralelo con Venezuela y tratándose de escenarios geográficos e históricos distintos, son pertinentes las consideraciones por cuanto el proceso chavista por razones ideológicas y circunstanciales colocó al país al lado de nuevos factores del esquema multipolar. Tanto como para que Bush lo ubicara en su “eje de mal”; Obama emitiera un decreto aun vigente que la considera “una amenaza para la seguridad de Estados Unidos”, y Trump, resucitando la “Doctrina Monroe”, la coloque como blanco de acciones claramente injerencistas. Se explica entonces porque la Unión Rusa también por vez primera envie una misión especial de acompañamiento para las votaciones.
EL AMIGO FELIPE
Felipe González ex jefe de gobierno español durante catorce años, es uno de los líderes mundiales con un mayor conocimiento de la realidad venezolana. Con el nombre de Isidoro en plena lucha contra el franquismo visitaba Caracas con frecuencia trabando amistad con dirigentes de Acción Democrática. Por ello no fue casual que de “contrabando” en el avión presidencial Carlos Andrés Pérez lo entregara al gobierno español a la muerte del dictador y al comienzo de una transición hacia la democracia en la cual ya como líder del PSOE habría de ser una pieza fundamental. Recientemente en Bogotá, González ofreció unas amplias declaraciones en relación al proceso venezolano. Duramente critico de Maduro, e incluso de la participación de un sector de la oposición en las elecciones en relación a sus resultados abogó independientemente de ellos, por la unidad opositora por encima de diferencias momentáneas y por “una lucha pacífica, democrática y constitucional” y advirtió que “la intervención” o “el embargo” la historia ha demostrado que son contraproducentes y más que a los gobiernos causan enorme daño a los pueblos. Vale el consejo de un viejo amigo.
EN UNA SEMANA
El domingo veinte los venezolanos concurrirán a una nueva cita electoral que marca distancia con procesos anteriores. Por primera vez un sector importante de la oposición ha decidido no participar apelando al “neoabstencionimo” o “el abstencionismo express” según el columnista Jean Maninat, y también por vez primera bajo el ojo escrutador de significativas instancias internacionales que de antemano y de manera inusual han deslegitimado la jornada. En esta ocasión el elector, durante años acostumbrado a sufragar por los partidos, deberá hacerlo a favor o en contra de un modelo político cuya expansión llega a los veinte años y tomando en cuenta que además de elegir un nuevo mandatario y renovar los legisladores regionales, se trata de un episodio en el cual se juega la estabilidad política de los próximos años –en un cuadro de asfixiante pugnacidad política y malestar económico- y el propio porvenir de la nación. Nicolás Maduro apuesta a un nuevo mandato cuando las reelecciones son rechazadas a nivel continental y después de una difícil gestión caracterizada con la conjunción de la fase terminal del rentismo petrolero como un modelo económico comprobadamente inviable y además complicado por sanciones y restricciones comerciales. Henri Falcón venciendo desconsiderados ataques de viejos alados asume la representación del voto impugnador agrupando cada día a figuras de incuestionable trayectoria como Eduardo Fernández, Claudio Fermín, Felipe Mujica, Francisco Rodríguez, Enrique Márquez y Jesús “Chùo” Torrealba, entre otros y con un creciente apoyo en las bases opositoras del interior; y Javier Bertucci debuta en la política y acumula un impensable caudal de seguidores que en los sondeos lo ubican entre el 18 y 20 por ciento del electorado con lo cual resucitaría el famoso “fenómeno electoral” sepultado hace años por el bipartidismo.
@manuelfsierra

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