“TSUNAMI”
ELECTORAL II
El 6 de diciembre de 1998 se
conoció un “tsunami” electoral. Si bien las encuestas en las últimas semanas vaticinaban
la victoria de Hugo Chávez, un mes antes, los partidos tradicionales consolidaron
su mayoría en elecciones para gobernadores, alcaldes y el Congreso Nacional. Si
a ello se sumaba que AD y COPEI, retiraron sus candidatos Luis Alfaro e Irene Sáez
para potenciar la opción de Salas Römer que polarizaba con Chávez, el triunfo
del militar habría de complicarse en el conteo final.
Pero no fue así. Con
organizaciones improvisadas, y el apoyo de partidos de izquierda como el MAS,
MEP, y PCV, el candidato se impuso con el 56,20% de los sufragios. ¿Tenía
Chávez una propuesta atractiva para activar la votación? Su único planteamiento
era abstracto para el ciudadano común, como la convocatoria a una Asamblea
Constituyente. Como dijo entonces Salas Römer: “¿Con la Constituyente se va al
mercado?”. Y era cierto, pero la idea de la Constituyente, suele convertirse en
pretexto para identificar la necesidad del cambio.
Chávez ganó la Presidencia y
la vía Constituyente se abrió para impulsar cambios políticos y económicos que satisficieran
exigencias carentes de respuestas eficaces durante el bipartidismo, como la
inflación, la corrupción y la delincuencia. Comenzaba una transición pacífica
hacia una nueva hegemonía que habría de conducir a un régimen distinto al
modelo que gobernó durante cuatro décadas.
Este 6 de diciembre, en las
elecciones parlamentarias, se volvieron a encrespar las aguas electorales. Si
bien las encuestas advertían una victoria de las formulas opositoras de la MUD,
nunca se pensó que ésta fuera de tal magnitud como para comprometer las bases
del chavismo aferradas al legado del “Comandante Eterno”. ¿Cuáles fueron las
propuestas ideológicas de la oposición? Pocas más allá de las conocidas
campañas regionales. El chavismo repitió un viejo discurso, y Maduro (como si
estuviera en juego el tema presidencial), asumió como un clon la retórica del
Socialismo del Siglo XXI.
Como hace 17 años, ¿cuál es la
explicación de éste “tsunami” antichavista?
Los factores que incidieron en el malestar contra la partidocracia, en
casi dos décadas se han agravado en términos de crisis terminal. Los problemas
de escasez de todos los productos presagian una “crisis humanitaria”; la
corrupción se ha multiplicado en forma escandalosa, y la delincuencia condiciona
la vida de los ciudadanos. Ahora es urgente la necesidad del cambio como un
mecanismo de escape para una crisis que tiene carácter emocional. Ello hizo que
junto a la exigencia del cambio, se colocará también la necesidad de la paz y
la convivencia.
El 5 de enero, la mayoría
opositora calificada en la AN entrará a ejercer una especie de cogobierno. Se
inicia una transición pacífica, sobre la base de algunos acuerdos mínimos
necesarios para cambios urgentes en lo económico, pero también la reinstitucionalización
del país, y rescatar valores de la Constitución del 99. Una tarea que no será
nada fácil, porque no se trata de una alternancia de gobierno y mandatos, sino
de abordar la naturaleza de un régimen autoritario con todo lo que ello
significa.
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