El domingo 30 de noviembre del
1952, se realizaron elecciones para una Asamblea Constituyente que pusiera término
a la provisionalidad de los gobiernos de Delgado Chalbaud y Suárez Flamerich.
Tres fórmulas se diputaban los votos: URD (el partido de Jóvito Villalba),
COPEI (de Rafael Caldera) y el FEI que reunía a los partidarios del perezjimenismo.
Antes de la medianoche el Consejo Supremos Electoral dio a conocer los
resultados que otorgaban la victoria urredista. La “tarjeta amarilla” habia
ganado en 17 estados, en Caracas y un Territorio Federal, lo cual le otorgaba
una mayoría de 67 diputados en la AN. La mañana siguiente Pérez Jiménez se reunió
con el Alto Mando Militar, y el Mayor y Jefe de la Guardia Nacional Oscar
Tamayo Suarez le dijo: “Usted debe conservar el poder, nosotros lo apoyamos.
Eso sí, liquide la Junta y gobierne sólo”. Pérez Jiménez que pareció dudar por
unos momentos, contestó: “Si ustedes me apoyan, me quedo”. A las horas
siguientes, Ignacio Luis Arcaya y Jóvito Villalba, los líderes de URD recibieron
un telegrama: “La institución armada, escarnecida por ustedes no está dispuesta
a admitir que por acuerdos torvos, se vaya a lesionar el prestigio y el
progreso de la nación, seriamente comprometidos por el triunfo de AD y el PCV
que URD ha propiciado”, Coronel Marcos Pérez Jiménez. Comenzaba la dictadura de
verdad.
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