CRÓNICA:
VANESSA EN MOSUL
La mañana parecía lenta y lejana. Por la ventana se dibujaban promontorios irregulares de tierra rojiza, y labriegos silenciosos con fusiles al hombro cruzaban caminos áridos y estrechos. Horas después los periodistas habríamos de conocer a los jefes militares que contarían cómo derrotaron la sublevación de los kurdos iraquíes, que desde en 1961 dirigía un enigmático personaje llamado Mustafá Barzani. Eran días de 1975, y el gobierno de Sadam Husein daba a conocer que por primera vez se concedía un estatuto autonómico a la población kurda repartida en Irak, Siria, Irán, Turquía y en menor medida en Afganistán, Pakistán, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Rusia e incluso Israel. Los líderes del Partido Árabe Baaz, (que planteaban la alianza de Irán y Siria), proyectaban una política internacional pragmática en la línea de Gamar Al Nasser en el Egipto de los años 50’s. Las explicaciones y anécdotas de los líderes militares eran simples y rutinarias y no suponían mayores relatos de heroísmo. Los kurdos, cabizbajos, pasaban indiferentes a la reunión de un grupo de visitantes que hablaban idiomas incompresibles y vestían ropas de colores estrafalarios. En la noche seria la cena de bienvenida, bajo una luna radiante y un intenso silencio alrededor. Era inevitable el balance de los viejos reporteros sobre sus andanzas en Vietnam y los conflictos árabes, así como el interés de los jóvenes periodistas que apostaban a las aventuras de la guerra. En un momento, las miradas giraron hacia una dama rubia, esbelta, de impactante belleza y con la soltura de una diva del cine. Y lo era de verdad. Vanessa Redgrave (conocida por su simpatía con la causa palestina), se integraba tardíamente al grupo y habría de acompañarnos por el resto de la visita. A las horas se hizo común verla caminar entre estrechas veredas, y tratar con nativos cautelosos y sorprendidos. Luego volvía con flores, que con una sonrisa de afecto regalaba a sus colegas. El regreso contemplaba una escala en Mosul, uno de los más importantes centros petroleros del país. Taladros, balancines, camiones y numerosos obreros recorrían las calles de la ciudad que había sido la sede del Principado de la Republica Kurda según los Tratados de Sévres al final de la Gran Guerra. Sin embargo faltaban todavía horas de insufrible calor, de tropezones en vías tortuosas y solitarias para reencontrase con los barcos que navegan en el Tigris y los barrios marrones de Bagdad. Cabe recordar ahora aquellos años ya lejanos, porque desde hace meses Mosul es la capital iraquí del Estado Islámico, y su riqueza petrolífera alimenta ahora la locura criminal del terrorismo yihadista. Y por supuesto, recordar también, los paseos, las flores y la sonrisa de la bella Vanessa.
Vanessa Redgrave cumple 80 años y da a conocer como directora la película "Sae Sorrow sobre el tema de los derechos humanos y los refugiados. Y como siempre advierte: " nunca olvido que el fascismo puede volver".
El 9 de julio del 2017, el Primer Ministro de Irak, Hidar Al Abadi anuncio la liberación de Mosul del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) después de 3 años de devastadores combates.
No hay comentarios:
Publicar un comentario